El Frente Polisario se interpone en el deseado relanzamiento de las relaciones España-Argelia
Argelia y España prepararán en Madrid, la próxima semana, con la visita de una delegación del Frente de Liberación Nacional argelino, un verdadero programa de relanzamiento de las relaciones Políticas y económicas, al margen de la tensión atada por el Frente Polisario con sus reiterados ataques a la posición del Gobierno español sobre el Sáhara occidental, según informaron fuentes diplomáticas en Argel.
El movimiento saharaui estuvo a punto de viciar de sentido el viaje que debe realizar a Argel el vicepresidente del Gobierno, Alfonso Guerra, encabezando una importante comisión ministerial.Al amenazar con publicar en España el texto completo del comunicado conjunto suscrito por el PSOE Y el Polisario el 14 de noviembre de 1976 en los territorios liberados del Sahara occidental, el frente saharaui logró, aparentemente, uno de sus objetivos políticos: crear una situación de tensión y nerviosismo con Madrid,. destinada a provocar una reacción oficial sobre lo que, visto desde la posición del Polisario, sigue siendo "el incumplimiento de los compromisos del PSOE sobre el conflicto".
Argel, al margen
Según ha podido saber EL PAIS, la eventualidad de un contacto discreto con el Polisario durante la permanencia de Alfonso Guerra en Argel no estaba descartada por Madrid, a condición de que ese gesto no apareciera como una concesión a la serie de recriminaciones y acusaciones públicas del frente saharaui al Gobierno español.Argelia, por razones evidentes, se mantiene totalmente al margen del análisis del malestar saharaui, que es considerado como "un asunto hispano-saharaui". La coincidencia -sin duda, no fortuita- de los ataques más duros que ha pronunciado el Polisario contra el Gobiemo socialista español en vísperas de la visita de Alfonso Guerra no parece haber sentado bien en los medios argelinos y, con más razón, en los medios diplomáticos españoles, que en los últimos días trataron por todos los medios de serenar a sus inter locutores saharauis. Salvo acontecimientos inesperados, es de prever que en los próximos días va a arreciar la campaña de recriminaciones del Polisario contra España y los medios informa tivos de nuestro país. El movimiento de liberación saharaui se siente víctima de una conspiración española, y su actuación trata de forzar un acercamiento al Gobierno español a partir de la idea-base de que, por moribundos que se encuentren sobre el papel, Madrid debe denunciar los acuerdos tripartitos de 1975.
Otros elementos de juicio que no pueden dejarse de lado, al considerar la última ola de ataques del Polisario hacia España, son la muy probable normalización de relaciones diplomáticas entre Argelia y Marruecos, la crisis permanente de la Organización para la Unidad Africana (OUA) -que tiene anunciado reunirse a nivel de cumbre en junio próximo, en Addis-Abeba-, y la cada vez más clara negativa ,del Gobierno francés a intervenir ante el rey Hassan II de Marruecos para que éste acepte la oferta de negociación política formulada por la República Arabe Saharaui Democrática (RASD).
Contrariamente a lo que podía haberse supuesto en principio, el citado comunicado conjunto PSOE-Polisario de 1976 no contiene como anexo ninguna cláusula secreta para el caso de que los socialistas llegasen al poder. Tras haberlo firmado, Felipe González dio una conferencia de Prensa en Argel, en la que situaba su viaje como "un deber moral y político de su partido" y agregaba que el pueblo español "había sentido como un acto vergonzoso el acuerdo de Madrid y seguía sensibilizado a la situación del pueblo saharaui".
