Ruiz-Mateos

Ruiz-Mateos no está o no estaba visible, Ruiz-Mateos había huido/ desaparecido transitoria o definitivamente, Mientras Herrero de Miñón se pasa por la lupa todos los Códigos, para aliviarle, el millonario se va.Mientras el minorista lesiona su espíritu de clase, de patria y de minoría, por aliviar a Ruiz-Mateos, éste, el presunto culpable con gesto muy de todos los privilegiados de la Historia, se pega una puerta, dejando ahí a sus alquilones que hagan encaje de bolillos, en el, Almagro de la juridicidad. El Gobierno, por lo menos, ha escuchado las razones especiosas de la oposición. El presidente González ha sonreído y el vicepresidente Guerra se ha dado la vuelta; en algún momento, para hablar con el dé atrás, y volverle la espalda al creador y maestro del miñonismo. El jerarca, el patriarca, el tetrarca, se pega una puerta gloriosa. Es el destino triste de los adherentes al déspota, de los jurisperitos del profesional de la fuerza (el dinero es fuerza semiotizada), es su sino amargo y ridículo: quedarse a solas con sus jurisprudencias mientras el señorito toma un reactor. Lo mismo les pasaba a aquellos "falangistas liberales" que querían ofrecerle una teoría política a Franco, por ver de adecentar el engendro burgalés: toda la teoría política de Franco era "Garrote y Prensa", a la hora del chocolate, y le sobraban los teóricos, de quienes además no se fiaba , y hacía bien. Reactor de los cielos o reactor del anonimato y el silencio, el hueco que deja la ausencia física y. verbal de Ruiz-Mateos en el secreto del sumario es como esa página en blanco que dejaba Robbe-Grillet en mitad de sus novelas "policiacas". Vaya usted a saber. Y cito al novelista/cineasta francés porque nos ha visitado hace poco. Los miñonistas/minoristas puede incluso que tuvieran razón, jurídicamente, pero, antes que Hernández Gil, se la ha quitado Ruiz-Mateos, volándosé. Mientras el rumasero hace horas/culo, Ruiz-Mateos hace horas/gusto. José Luis Aranguren publica (Ariel) España, una meditación política, y recuerda la vieja frase del primer D'Ors sindicalista y hasta sovietista:

- Ricos y po bres, sí, pero que no sean siempre los mismos.

Gran libro el de Aranguren. Federico Sopeña me envía un bello artículo que ha escrito sobre mis cosas. Todavía no he entendido por qué le quitaron del Prado. En todo caso, él no ha huido (no había robado ningún Rubens), sino que sigue ahí, escribiendo, trabajando, en su hexágono de insistencia y música, porque el hexágono personal no es nunca el pictograma que nos hace un grafista, como a Ruiz Mateos, sino el que nos hacemos nosotros mismos: individuación de Heidegger, o el hexágono estructural de Roland Barthes (Seix Barral), que ahora vuelve, póstumo, con un epílogo/inventario, muy americano y muy lúcido, de Susan Sontag. Alvaro Delgado inaugura en Biosca. La gente, consagrada ya, vuelve donde solía. Eso entreteje una sociedad, hace de un conjunto tribal una sociedad trivial, pero civilizada y estable. De huidas está el vacío lleno. Fotogramas nos ofrece una película en primicia de Dustin Hoffman. La genialidad de este actor, como t6da.genialidad (Baudelaire) está hecha de insistencia, de paciencia. A enemigo que huye, puente de mierda. El presidente González nos invita a la copa de sus cien días. La insistencia socialista ha durado cien años. A Máximo, nuestro Máximo, le dan el premio Joaquín Costa, y a Cueto, el Gonzélez-Ruano. Nunca mejor dados estos premios. Salvador Jiménez se había ido del jurado del Ruano por solidaridad conmigo, con el sentido común y, como él mismo me ha dicho reiteradamente, "con César". César (ya que hoy no quieren recordérsele otros méritos) fue un ejemplo moral de insistencia en el oficio. No puede decirse lo mismo del huidizo Zoilo/Rumasa. Sus defensores de Prensa y juicio se han quedado, colgados. A un abejero/ovejero ya le han cantado carceleras, como yo preveía aquí. Nunca más servir a señor que se nos pueda pirar.