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'Carlota', un filme para el debate sobre el marxismo

El tercer largometraje del cineasta húngaro Pal Sandor, Carlota (o Querida Carlota, como dice el título original, Sarika dragan), realizado en 1971, no fue bien visto por la censura española del momento, que prohibió su exhibición en la semana informativa que aquel mismo año organizó el Ateneo madrileño, y ha permanecido prácticamente inédito para los espectadores españoles. Parece que a la censura le molestaba lo que consideraba una apología de Lenin y, más concretamente, ciertas referencias a las Brigadas Internacionales y una escena de carácter erótico.

La película, en cambio, interesó al público húngaro porque en ella se explicitaba el diferente concepto que sobre la vida cotidiana en un país socialista tenían dos personajes a los que separa su edad. Ella, de 70 años, una anciana que sólo sueña con su retiro en un asilo donde pueda reencontrar a viejos militantes comunistas; él, un joven de 22 años cuyo problema económico de tener que mantener a la mujer de la que acaba de divorciarse, no le permite tener un concepto global de la justicia.El profundo conocedor del cine húngaro, Fernando Lara, considera que no es ésta la mejor película de Pal Sandor, entre otras cosas porque mantiene su estructura dramática en términos monocordes y con un notable abuso de diálogos. Valora con más interés el último filme del director, Daniel coge el tren, donde se plantea con libertad por vez primera los incidentes políticos de 1956 en aquel país.

No hubiera sido mala cosa que para ilustrar este coloquio de La clave se hubiese elegido una pelicula que hablara en términos negativos de la victoria socialista en la revolución de octubre. Han sido más numerosas las películas antimarxistas que las que se realizaron a tenor del cambio político habido en Rusia en 1917.

El proyecto de Einsenstein por adaptar el capital no se plasmó en una película. Años después, sin embargo, otros cineastas analizarían la sociedad comunista desde perspectivas muy particulares: el yugoslavo Dusan Makavejev en Sweet movie lo haría en términos irónicos con la imagen de un Pierre Clementi arrastrando un busto de Marx y, entre otros, el italiano Bernardo Bertolucci en Antes de la revolución lo haría en un tono más responsable. Costa-Gavras y Andrej Wajda han profundizado también en sus películas desde perspectivas marxistas en la consecución de la revolución soviética: Cualquiera de estos títulos podría haber ilustrado también, o mejor, el coloquio de esta tarde y, como digo, los filmes anticomunistas españoles (Murió hace quince años, Embajadores en el infierno, Suspenso en comunismo, Boda en el infiemo, Los ases buscan la paz) que tanto insistieron en el terror rojo

Los invitados

La personalidad de los invitados de La clave de hoy sobre el marxismo es muy heterogénea. Jesús Fueyo ha sido uno de los últimos ideólogos del falangismo y del franquismo, desde su puesto de director del Instituto de Estudios Políticos, dependiente del Consejo Nacional del Movimiento.Fabián Estapé, que fue incorporado a la Administración por Laureano López Rodó como comisario para la Plan de Desarrollo, en los tiempos felices y contradictorios de los años sesenta del desarrollismo, es lo más parecido que hay a un economista socialdemócrata europeo. Tradujo y prologó a Schumpeter. Es un buen conocedor de la teoría económica marxista.

Gustavo Bueno, en cambio, es profesor de filosofia, militante intelectual del marxismo, y también, por tanto, el mejor representante del marxismo académico español. Buen conocedor de la obra de Karl Marx, es un gran defensor de la existencia y de la función sustantiva de los departamentos de filosofía en la Universidad. El representante extranjero que se anuncia, Rudi Weidaver, es economista y profesor de la Universidad de Dresde (República Democrática Alemana).

El conflicto de Balbín

El conflicto sobre la sucesión de José Luis Balbín como director y presentador de La clave podría resolverse hoy. Balbín, que tiene registrado el programa a su nombre, ha seguido dirigiendo y presentando el programa desde el 10 de diciembre en que fue nombrado director de los Servicios Informativos de TVE, a pesar de que a finales del mes de enero manifestó que dejaría este espacio el día 1 de febrero.José Luis Balbín propuso al director general de RTVE y al director de Televisión Española, entre otras, estas soluciones: seguir dirigiendo y presentando el programa sin cobrar las remuneraciones correspondientes; trasladar La clave a la dirección de los Servicios Informativos, cuyo titular es él mismo y, en último caso, que se designe un director y moderador de entre los actuales miembros del equipo de La clave.

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