España rebajó los aranceles para los coches importados de la CEE

Aproximadamente unos 15.000 automóviles más de la Comunidad Económica Europea (CEE), con menores aranceles, entrarán en España como consecuencia del acuerdo a que han llegado Madrid y Londres sobre su contencioso en el comercio del sector automóvil, que había llevado al Reino Unido a amenazar con aplicar la cláusula de salvaguardia contenida en el acuerdo preferencia¡ hispano-comunitario de 1970.Este contencioso era prácticamente bilateral, pero España se ha visto obligada a resolverlo a nivel de toda la CEE para conseguir mantener sus exportaciones de vehículos a la Comunidad (360.000 al año, frente a 42.000 en sentido inverso), y muy especialmente de los 20.000 Opel Corsa que están listos este año en España para exportar al Reino Unido. Éste puede ser el primer desarme industrial español ante la Comunidad.

La Comisión Europea recibirá hoy una comunicación española formal sobre este tema y la transmitirá al Consejo de Ministros de la CEE, que se reúne el lunes en Bruselas. Y el miércoles próximo va el ministro español de Asuntos Exteriores, Fernando Morán, a Londres, en una visita oficial que, en este marco, estará menos crispada.

El contencioso hispano-británico es sencillo: Londres se queja de que, por el acuerdo preferencial hispano-comunitario de 1970, los automóviles fabricados en España entran en el Reino Unido con un arancel de un 4,2%. Los vehículos británicos -y del resto de la CEE- entran en España con un arancel de un 36,7%, que de hecho puede llegar a un 60% real con los impuestos de compensación y de lujo.

Con la crisis del sector automóvil, esta situación se había convertido en un símbolo político para la primera ministra británica, Margaret Thatcher, enfrentada unos sindicatos exaltados por el hecho de que los Corsa de General Motors-Opel son fabricados en España y no en el Reino Unido. Y España cuenta vender unos 60.000 al año en aquel país.

Contactos bilaterales

La solución -"el mecanismo para facilitar la comercialización de coches comunitarios en España", según el director general para las Relaciones con la CEE, Fernando Mansito- que, al parecer, han encontrado Madrid y Londres en los últimos días, tras los contactos bilaterales a nivel de funcionarios de Comercio e Industria, consiste en el establecimiento por parte de España de dos contigentes arancelarios dentro del marco del acuerdo de 1970.

Por el primero, según la versión española, unos 5.000 coches comunitarios de 1.300 a 1.600 centímetros cúbicos podrán entrar anualmente en España con un arancel del 19%. Por el segundo, 10.000 coches de 2.000 a 2.600 centímetros cúbicos se verán gravados con un arancel especial del 25%. Es un acuerdo general con la CEE que, se estima, retrata los coches británicos que no compiten con los españoles, pero que sí pueden competir con otros europeos.

¿Qué logra España a cambio? Como reconoció Mansito, que se encontraba en Bruselas para discutir con la Comisión la gestión del acuerdo de 1970, se trata así de evitar que el Reino Unido lleva a la práctica sus amenazas de medidas unilaterales contra la importación de vehículos españoles, acogiéndose a la cláusula de salvaguardia que recoge el acuerdo. Por supuesto, según fuentes españolas, se espera así, con "este gesto político muy importante" hacia Londres, que los británicos dejen de importunar en otros aspectos (juguetes, etcétera) del acuerdo de 1970 y mejoren su postura de cara a las negociaciones para la adhesión de España a la CEE.

España ha cedido ante las amenazas británicas. No tenía quizá más remedio, pero este gesto puede plantear un precedente para otros campos (las negociaciones de pesca se reanudan el lunes, las de exportaciones siderúrgicas y textiles están pendientes), en un Gobierno que quiere presentar una imagen de dureza en Bruselas. Una solución puramente bilateral entre Londres y Madrid hubiera discriminado en contra de los otros nueve componentes de la CEE, por lo que se ha elegido la dimensión global de toda la CEE.

Fue la primera ministra Margaret Thatcher quien, en diciembre, habló por primera vez sobre este acuerdo, y, aprovechando, los demás países de la CEE se sumaron a la protesta con sus puntos particulares. La amenaza era grave -varios diputados británicos habían planteado un ultimátum para Pascua- y, ante la posibilidad de elecciones generales anticipadas, el tema había cobrado relevancia política.

España exporta directamente a Reino Unido unos 60.000 coches al año, contra unos 1.200 en sentido contrario. Con otros países, como Francia e Italia, la situación es aún más favorable para España. De hecho, España exporta a la República Federal de Alemania o Francia vehículos que luego pasan al Reino Unido.