Un grito por la vida

( ... ) Escribimos en caliente, con miles y miles de personas que, terminado el acto formal en la madrileña plaza de Lima, aún se dirigen desde las entradas de la capital a poner su apoyo y su entusiasmo en favor de una causa que, asombrosamente, no es la causa de todos los humanos. Nos ha llegado el aliento de la madre Teresa, premio Nobel de la Paz, que tanto sabe de atentados a la vida en aras de un odio racial; nos han ilustrado los científicos; nos han apoyado los niños, los jóvenes, los adultos y los ancianos; un millón de corazones, según cifras de la Policía Municipal de Madrid, han gritado por la vida. Y han gritado para que el Gobierno retire su proyecto de despenalización del aborto, que además es un proyecto de división de los españoles; han pedido protección para la maternidad, han pedido que los medios de comunicación del Estado enderecen el sentido de su información y brinden por la vida, que se arrope con una medicina social ese derecho primero del hombre a nacer, que se ayude de modo especial a las familias e instituciones que se ocupan de minusválidos y deficientes, que se agilicen los procesos administrativos de la adopción...¿Es mucho pedir en un Estado de derecho, es mucho exigir a un Gobierno y un Parlamento que presumen de buscar el bien de la sociedad?

6 de marzo