Incomunicado con su hija

Viene de la página 13

donde cursa sus estudios mi hija Mónica Ontoría Fernández. Con dicho colegio me he sentido afectado por la privación (afectiva y de comunicación) de mis derechos paternales hacia mi hija Mónica.

Que habiéndome quitado mi esposa, María del Rosario Fernández Aboitiz, junto con sus padres, a mis dos hijas, Mónica y Almudena Ontoria Fernández, desde el mes de septiembre de 1982, yo, su padre, he intentado varias veces ponerme en comunicación con mi hija Mónica, escribiéndola cartas y llamándola por teléfono al colegio antes mencionado, estudiando, y su profesora, sor Victorina, no le ha permitido ponerse al teléfono. La causa no sé si es por orden materna dada al centro escolar o por iniciativa propia de dicho centro.

En cualquiera de los dos casos, este colegio no tiene ninguna autoridad moral ni legal para obstaculizar la comunicación entre un padre y su hija.

Y yo, como padre afectado, me pregunto sobre la clase de educación que se imparte en dicho colegio, que atenta gravemente contra los derechos humanos y el principio básico de toda familia, como es la comunicación entre padres e hijos.