La mujer que ha parido
hijos y pasados los años comparte con ellos los sinsabores del paro alcanza a comprender la necesidad de una ley de despenalización del aborto y llega a la conclusión de que criar hijos no es rentable ni para las propias crías. En esta época, siempre bajo la amenaza de la guerra, no hay tiempo para esperar que el amor sea algo más que una pasión.No es lícito que los que apoyan tan tenazmente el derecho a la vida del feto sean precisamente los que cosigan vivir mejor en base a esa defensa. Y basta ya de violadores petimetres (por eso de la moda), que bastante hay que aguantar al elegido. / Valladolid.
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