Próximo relanzamiento de la cooperación política y económica entre España y Argelia
El vicepresidente del Gobierno español, Alfonso Guerra, va a ser el hombre clave del inminente relanzamiento de las relaciones hispano-argelinas, previsto para fines de este mes y destinado a sentar las bases de un "nuevo equilibrio regional" en el que, por razones geográficas y connotaciones políticas, Argelia aparece como el aliado natural de España en la zona. Los temas de esa cooperación han sido evocados durante la visita a Argel, finalizada ayer, del subsecretario español de Exteriores, Gonzalo Puente Ojea.
La visita de Guerra y la comisión ministerial que encabezará, dará comienzo el 22 de marzo y se prevé que la comisión mixta hispano-argelina se reúna posteriormente, a tenor con la voluntad política de las dos partes, puesta de relieve por Gonzalo Puente en declaraciones a EL PAIS. El subsecretario de Exteriores es la primera personalidad del nuevo Gobierno español que visita Argel y fue recibido, significativamente, por el ministro argelino de Exteriores, Ahmed Taleb Ibrahimi, el secretario de la Cancillería, Hadj Azzouz, y el presidente de la comisión de Relaciones Exteriores del Frente de Liberación Nacional (FLN), Sfiman Hoffman.El subsecretario y el embajador español en Argel, Eduardo de Zulueta fueron las primeras personas no argelinas en conocer, durante su entrevista con el ministro Ibrahimi, la noticia de la reunión mantenida el sábado en la frontera argelino-marroquí por el presidente Chadli y el rey Hassan II de Marruecos.
El subsecretario español reiteró a este periódico que existe una clara voluntad de las autoridades de nuestro país y sus homólogas de Argel de dinamizar las relaciones y salvar los problemas pendientes, como el del reajuste del precio del gas natural licuado argelino que adquiere España. "Argelia ha recogido el enfoque de lo que debe ser la política internacional de un Gobierno socialista en España y hemos evocado, en concreto, las relaciones de nuestro país con el Magreb y los países europeos de la cuenca mediterránea, el interés de España en conocer la posición de Argelia en la próxima cumbre de los no alineados y la voluntad de mantener e incrementar la amistad con los países árabes".
De manera esquemática el marco de las futuras relaciones con Argelia se presenta como sigue:
Cuestiones económicas: Vendrán determinadas por la solución de las exportaciones de gas natural. España está preparada para aceptar un reajuste basado en la paridad térmica, según el, modelo aprobado por franceses, e italianos.
Existiría la Temas políticos: La cuestión del Sahara Occidental sigue siendo grave para Argelia, que no puede ser indiferente ante el problema. El subsecretario español regresa a Madrid convencido de que este tema, no siendo estrictamente argelino, podría resolverse en concordancia con la voluntad de diálogo expresada por la reciente entrevista entre los jefes de Estado de Argelia y Marruecos. La postura española continúa teniendo como referencia el contenido del escrito dirigido a la ONU el 26 de febrero de 1976, por el que se aclaraba que no se había transmitido a Marruecos y Mauritania la soberanía del territorio, sino sólo su administración.
Puente declaró a sus interlocutores que la denuncia de los acuerdos de Madrid entrañaría graves consecuencias para el Gobierno español, aunque Madrid tiene "un sentido claro del problema y ayudará a una solución, si puede hacerlo".
Otro de los objetivos de la visita a Argel del subsecretario español era conocer la posición de Argelia sobre la próxima cumbre de los no alineados, en la que participará España a título de observador, invitada por el Gobierno de Nueva Delhi. No está previsto que la cumbre se ocupe de Ceuta y Melilla; según la impresión constatada en el curso de otra entrevista del subsecretario con los diplomáticos cubanos en Argel. La postura de La Habana sobre ese tema se reduce a asegurar que España "no tendrá problemas en el contexto de la conferencia".
