La expropiación de Rumasa
Lo que más me ha sorprendido del asunto Rumasa ha sido la manifestación ante la televisión, con motivo de un aviso de bomba en sus oficinas -gracias a Dios, infundado-, de un empleado de dicha empresa, en la que decía que todo se debía a una maniobra del partido en el Gobierno para que no tocaran los papeles (amigo mío, más que de papeles, que alguno que otro documento habrá interesante, aquí se trata de asientos contables en libros debidamente legalizados, que deben de tener su correspondiente justificante) y que iban a conseguir con esta actitud 800.000 desempleados más, cifra más que demagógica.Ante estas manifestaciones, me parece bastante triste observar la miopía de ciertos empleados con complejo de ejecutivo que no se dan cuenta de que gracias a la postura valiente del Gobierno (ya va siendo hora), la mayoría de sus puestos de trabajo no peligran, y que es muy posible que la baza que quisieran jugar los altos jefes de esa empresa fuera precisamente la de esos 60.000 puestos de trabajo, para que todo hubiera quedado arreglado bajo cuerda y pagar mucha más factura el resto de los ciudadanos. /
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