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El desenlace de la crisis de Rumasa

Vitrocerámica no fue la última adquisición de Ruiz-Mateos

El Banco Exterior de España no vendió a Rumasa la empresa de construcción Vitrocerámica, que se declaró en suspensión de pagos en septiembre de 1981, sino el patrimonio inmobiliario e industrial de esta firma que pasó a pertenecer a la citada institución bancaria en compensación por deudas contraídas, según fuentes del Banco Exterior de España. La venta tuvo lugar en diciembre de 1982.En ese mes, Rumasa y el Banco Exterior de España llegaron a un acuerdo para la venta de las instalaciones de Vitrocerámica, situadas en la localidad de Camama de Esteruelas (Madrid), por un total de novecientos millones de pesetas. La operación, aprobada por el comité ejecutivo del banco el 14 de diciembre, había comenzado en agosto de 1982, cuando el presidente de Rumasa, José María Ruiz-Mateos, se interesó por la compra de las instalaciones de Vitrocerámica, en una carta dirigida al entonces presidente del Banco Exterior de España, Fermín Zelada, informaron las citadas fuentes.

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En el momento de suspender pagos, Vitrocerámica, cuyo presidente era entonces Rafael Valero del Río, debía al Banco Exterior de España, su máximo acreedor, un total de 965 millones de pesetas. Este capital estaba afianzado en gran parte mediante una hipoteca en poder del Banco Exterior por valor de unos novecientos millones de pesetas.

Múltiples acreedores

Vitrocerámica, que tenía una plantilla de 280 personas y unas instalaciones muy modernas, debía a múltiples acreedores, entre ellos el Banco de Crédito Industrial, que poseía otra hipoteca de veinticuatro millones de pesetas sobre bienes de la empresa de construcción, cuyas actividades habían quedado paralizadas a partir de abril de 1982.

En subasta pública, a finales del pasado enero, el Banco Exterior se adjudicó por 105 millones de pesetas los bienes hipotecados por el Banco de Crédito Industrial. Poco después, el 2 de febrero, se firmaba la última escritura de la operación de compra de las instalaciones de Vitrocerámica por parte de Rumasa. En estas instalaciones, señalan las fuentes citadas, se encontraba un stock en materiales por valor de trescientos millones.

Un portavoz del Banco Exterior de España subrayó que esta entidad financiera "no ha tenido nunca participación de, capital en Vitrocerámica y su única relación' con esta empresa es la de ser uno de sus banqueros y acreedores". La circunstancia de que Rumasa haya anunciado la compra del patrimonio de Vitrocerámica a principios de febrero y no en diciembre, cuando se efectuó la operación, se interpreta en medios directivos, del Banco Exterior de España como una acción destinada a infundir confianza sobre la solvencia del grupo y a sembrar dudas sobre el papel del actual presidente del Banco Exterior de España, Francisco Fernández Ordóñez, que tomó posesión de su cargó el 30 de diciembre de 1982.

Vitrocerámica debe aún al Banco Exterior unos seiscientos millones de pesetas. Rumasa, por su parte, no ha abonado al Banco Exterior los novecientos millones acordados para la compra del patrimonio de Vitrocerárnica.

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