Intensa búsqueda de nueve trabajadores de la central de Cofrentes sepultados por la riada

Las tareas de búsqueda de los trabajadores de la central nuclear de Cofrentes que viajaban en un autobús la madrugada del 20 de octubre, día de las inundaciones, se han iniciado después de reiteradas peticiones de familiares de las víctimas y se prolongarán durante la próxima semana. Este trabajo pretende dar con los restos de nueve de los trabajadores considerados desaparecidos en el balance final de víctimas de la riada del Júcar.

La esperanza de localizar los cadáveres en el espacio del cauce del río donde se realizan las tareas de movimiento de tierra son muy limitadas, según el Gobierno Civil, institución de donde ha partido la iniciativa de la búsqueda, pero los familiares, que permanecen junto a las máquinas excavadoras desde el martes, consideran necesario agotar esta última oportunidad para dar con los viajeros del autobús tragados por las aguas turbulentas.La intensa y difícil búsqueda ha comenzado en el centro del cauce del Júcar, en las proximidades de una chopera en la que los viajeros intentaron salvar sus vidas agarrados a los árboles. En esta zona se ha acumulado un importante volumen de arrastres de las aguas, que oculta entre barro y piedras todo aquello que llevaba el río aquella jornada.

El autobús de Hidroeléctrica Española arrastrado por el río mantuvo en vilo a la opinión pública durante el 20 de octubre, ya que fue la primera noticia de las inundaciones que saltó a las ondas radiofónicas y marcó a primera hora de la mañana la dimensión trágica que iba a tener la jornada, sobre todo a media tarde. El vehículo transportaba a trabajadores del primer turno que se reincorporaban a su trabajo en la central nuclear, pero no llegó a su destino al quedar paralizado en el puente que cruza el río.

Testigos presenciales de las tareas de salvamento de los ocupantes del autobús aseguran que al menos dos cadáveres de los nueve desaparecidos pueden encontrarse río abajo, ya que uno, de ellos rebasé el muro de contención de la presa del embarcadero de Cofrentes, mientras otro fue tragado por sus compuertas. Es decir, que en el supuesto de encontrar restos en la chopera, pertenecerán a los otros siete desaparecidos. La escasa esperanza que se mantiene sobre el resultado positivo del trabajo de búsqueda procede de la fuerza que llevaba el agua de las inundaciones. El cadáver de una anciana de Ayora que cayó a un barranco apareció 25 kilómetros agitas abajo del río Júcar. El movimiento de tierras se está realizando prácticamente en el mismo lugar del accidente.

Participan una brigada y maquinana de Hidroeléctrica Española, integrada por dos maquinistas y dos peones de la citada empresa, un supervisor y un técnico auxiliar de la Diputación Provincial, y dos máquinas Caterpillar 5.5 de cadenas y una Furukwa. El balance de víctimas de la riada en Valencia fue de 18 muertos y 14 desaparecidos.