Los países del golfo Pérsico aplazan la baja del precio de su crudo a una reunión de la OPEP la próxima semana en Europa

Arabia Saudí, Kuwait, Qatar, los Emiratos Arabes Unidos e Irak se han puesto de acuerdo para reducir el precio de su petróleo en una misma proporción, pero el alcance exacto de esta reducción no se sabe aún. Al término de una reunión de dos días en Riad (Arabia Saudí) de los países del Consejo de Cooperación del Golfo, el ministro saudí para el Petróleo, jeque Yamani, afirmó que la reducción sería igual para todos, pero que el montante dependería de las circunstancias. Los países del Golfo -que representan juntos una producción de 7,2 millones de barriles al día, es decir, más de la tercera parte del total de la OPEP- están también de acuerdo en celebrar una reunión de urgencia de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) la semana próxima en Ginebra o en Viena. La reunión había sido solicitada ya por Argelia.

Para preparar la reunión de la OPEP, el jeque Yamani telefoneó ayer al presidente de Venezuela, Luis Herrera Campins, y se espera que llegue hoy a Ryad el ministro venezolano de Petróleo, Humberto Calderón. También es probable que se traslade a la capital saudí el ministro libio, Kamel Hassan al Mahour. Libia fue, junto con Irán, uno de los responsables del fracaso de la reunión que celebró la OPEP en Ginebra hace un mes. El desacuerdo entre los países exportadores provocó una reducción del precio del petróleo del mar del Norte de tres dólares por barril y un movimiento inesperado de Nigeria, que decidió bajar el precio de su crudo, de calidad parecida, en 5,5 dólares.Arabia Saudí y los países del Golfo intentan ahora evitar una guerra de precios y la desintegración de la OPEP. Según el ministro de Qatar, Abdul Aziz Ben Khalifa, la reducción acordada ayer es significativa. El ministro de los Emiratos Arabes Unidos señaló, por su parte, que se tomarán medidas "para proteger los intereses del Golfo". El jeque Yamani, sin embargo, dio a entender que la reducción dependería del desarrollo de la reunión de la OPEP. Según rumores sin confirmar, el propio rey de Arabia Saudí, Fahd, está en contra de decisiones unilaterales que alteren todavía más el mercado. El secreto oficial que rodea el acuerdo es explicable para evitar reacciones de pánico.

Compañías multinacionales de tanto peso como la Shell han anunciado que no darán una contestación al Reino Unido y a Noruega sobre la reducción de tres dólares hasta que conozcan cuál es exactamente la posición de Arabia Saudí, Kuwait, Qatar y los otros países del Golfo, que tendrán sin duda, y en cualquier caso, una posición conjunta. Omar y Bahrain, que no forman parte de la OPEP, siguen también tradicionalmente a Arabia Saudí.

Según fuentes del Golfo, los países de esta zona no resultarían "dramáticamente afectados" por una reducción elevada (por ejemplo, una baja de seis dólares; es decir, pasar desde los 34 actuales hasta 28 dólares barril); pero los efectos serían muy negativos para otros países de la OPEP. El resultado dependerá, afirman dichas fuentes, de la posibilidad de llegar a acuerdos en el seno de la OPEP. Si no fuera así, la guerra de precios se desataría con toda su fuerza. Nigeria ha prevenido ya que si Londres vuelve a reducir su precio o si los países del Golfo reducen ahora el suyo demasiado, está dispuesta a "ir más lejos".