Lucas Pires sustituye a Freitas do Amaral al frente de los democristianos portugueses

Los democristianos portugueses tienen un nuevo líder: Francisco Lucas Pires, elegido por la mayoría absoluta del congreso nacional del Centro Democrático Social (CDS) para suceder a Diego Freitas do Amaral. Simultáneamente, el consejo nacional del Partido Socialdemócrata decidía, con sólo cuatro votos contrarios, presentar a Francisco Pinto Balsemáo como primer candidato del partido a las próximas elecciones legislativas por Lisboa.

Las agitadas reuniones del pasado fin de semana en los dos partidos de la coalición de centroderecha en el poder desde 1979 han producido resultados que superan todas las expectativas y hacen, aún más imprevisible la evolución de la situación política portuguesa.Comentada como un "giro hacia la derecha e incluso la ultraderecha" por el partido comunista y por sus adversarios dentro del CDS, la victoria de Lucas Pires ha sorprendido a todos, a la Prensa y, hasta cierto punto, a los principales interesados.

El semanario Expresso, en su edición del sábado, publicaba el titular "Lucas Pires, el gran derrotado", y es cierto que cuando se iniciaron el viernes los trabajos del congreso del CDS existía una única lista de candidatos a la dirección del partido, encabezada por Luis Barbosa, actual ministro de Asuntos Sociales, que agrupaba prácticamente a todos los históricos del partido, todos los que en el aparato o en el Gobierno acompañaron la rápida ascensión política del fundador del CDS, Freitas do Amaral.

La derrota de los históricos del CDS fue un verdadero voto de castigo a la dirección, considerada, con o sin razón, como responsable de la crisis que se abatió sobre el partido con la ruptura de Alianza Democrática y la renuncia de Freitas do Amaral.

En su primer discurso como líder del partido renovado, Lucas Pires tuvo cuidado de insistir sobre el hecho de que se pretende más un cambio de estilo que un giro estratégico o incluso táctico: más pragmatismo y menos discursos doctrinarios, menos rivalidad personal y más preocupación por encontrar soluciones concretas.

Para Lucas Pires, el CDS es, de hecho, el "partido más a la derecha del abanico político portugués", y para ser, como quiere su programa, un "partido de centro democrático" debe tomar "el centro como meta", abriéndose al debate y al diálogo con los socialdemócratas y los socialistas.

Está claro también que estas posiciones no son compartidas por todos los miembros de la nueva dirección del CDS y sus respectivas bases de apoyo. La victoria de Lucas Pires es también el resultado de una alianza táctica con los partidarios de la gran derecha, que quieren reeditar en Portugal el modelo de la Alianza Popular de Manuel Fraga Iribarne y que tienen como líder al profesor Adriano Moreira, ex ministro de Salazar desde 1960 hasta 1962. La lucha entre estas dos líneas -democristiana liberal de Lucas Pires y conservadora de Adriano Moreira- se tendrá que resolver en los próximos meses y dependerá de muchos factores exteriores al CDS.