La oposición india exige la dimisión de Indira Gandhi por las matanzas de Assam

Viene de la primera página

"Estos no son los primeros incidentes que se producen en Assam. Es algo que viene sucediendo desde 1980 y las minorías sabían que se encontraban en peligro mucho antes de las elecciones", manifestó Indira Gandhi en Gauhati, tras visitar a algunos heridos. A la pregunta de si su Gobierno aceptaría la responsabilidad moral de las matanzas, la primera ministra respondió airadamente: "¿Por qué tenemos que responsabilizarnos nosotros? Los agitadores son los responsables. Pueden no gustarles las elecciones, pero ¿tienen derecho a boicotearlas?".

"Si no hubiera habido elecciones, nuestra gente no hubiera sido sacrificada como animales", dice, sin embargo, Mohamed Harjat Alí, cuya casa fue destruida por los atacantes. "Responsabilizamos de estos asesinatos a los que convocaron las elecciones".

Estas palabras parecen directamente dirigidas contra la primera ministra, que ordenó la celebración de los comicios para evitar una crisis constitucional, pues a mediados de marzo expira el plazo para poner fin al gobierno del Estado por parte del Ejecutivo de Nueva Delhi. La violencia era esperada, aunque no en las dimensiones que ha adquirido, y a pesar de ello Indira Gandhi decidió celebrar las elecciones porque, comentan algunos analistas, tras las recientes derrotas sufridas en dos Estados necesitaba la victoria que con toda seguridad va a conseguir en Assam su partido, el Congreso (I). Los primeros cómputos, efectivamente, dan cuenta de un aplastante victoria del partido de la señora Gandhi aunque también muestran cotas históricas de abstención como, por ejemplo, los 440 votos emitidos en una circusncripción de 64.000 electores o los 1.734 de otra con 68.391.

Estas críticas que se hacen a la decisión de Indira Gandhi fueron indirectamente contestadas por el ministro del Interior en el debate parlamentario, donde reprochó a los partidos de la oposición el no haber cooperado con el Gobierno en sus esfuerzos para adoptar una enmienda constitucional que hubiera permitido prolongar el régimen de gobierno presidencial.

Un miembro de la comisión electoral afirma, no obstante, que Gandhi habría podido fácilmente organizar elecciones parciales en las regiones seguras de Assam y colocar bajo un régimen de excepción, a la espera de posteriores comicios, las regiones en las que era palpable el riesgo de estallidos raciales.

Gauhati, la capital del Estado de Assam, observó ayer una huelga general. Las tiendas cerraron, no hubo transportes públicos y el que la gente no saliera a la calle hizo que esta localidad de medio millón de habitantes pareciera una ciudad muerta.

Los portavoces de los dos grandes grupos, Estudiantes Assameños y Foro Popular, que se oponían a la celebración de los comicios por considerar que no debía concederse derecho de voto a los que ellos califican de inmigrantes ilegales, han reiterado que seguirán oponiéndose a cualquier tipo de elecciones.