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Precioso néctar, rejuvenecedor natural

La jalea real aumenta la alegría de vivir, regenera los tejidos y proporciona una mayor rapidez mental

La jalea real es un alimento precioso, debido a sus propiedades. Producida por las abejas, está destinada exclusivamente al alimento de la abeja reina. Estos insectos viven en una sociedad plenamente estructurada, dado que cada miembro se hace útil en base a cumplir sus funciones, establecidas de antemano, y realizan un trabajo sumamente perfecto, lo que se llama el arte de saber hacer. La jalea real es una sustancia blanquecina, ligeramente agridulce y espesa.

Es un producto alimenticio que puede ingerir cualquier persona, no tiene contraindicaciones, actúa equilibrando el metabolismo y ejerce una función regeneradora sobre los tejidos. Los enfermos de corazón, hígado, diabéticos, embarazadas, hipertensos, pueden y deben tomar jalea real.Su ingestión favorece el robustecimiento general del organismo, aumenta el peso en los delgados y realiza una función equilibrante sobre el sistema nervioso. Combate el estrés, aumenta la alegría de vivir y el dinamismo, con lo que se adquiere un mayor rendimiento, tanto intelectual como físico, al tiempo que aumenta los reflejos y la rapidez mental. M. Wilson sostiene que la acción de la jalea real sobre la salud, el sexo y la duración de la existencia humana, no tiene rival.

Su característica principal es el vigor y la energía que aporta al organismo. Por esto, en períodos de embarazo y lactancia, cuando el desgaste es mayor, su ingestión es muy beneficiosa. El gran poder de la jalea real se debe, principalmente, a que es un alimento de enorme energía viva y muy puro. Combate las enfermedades infecciosas de algunas bacterias, sobre todo el bacilo de Koch, responsable de la tuberculosis, el estafilococo dorado, causante de los forúnculos y del ántrax, el tifus, la enterocolitis...

En su composición se destacan el alto índice de proteínas, muy abundantes en aminoácidos, sales minerales y las vitaminas BI, B2, B3, B5, B6, B14, H, E y A. Las vitaminas del tipo B se emplean con frecuencia en los tratamientos destinados a combatir ciertas enfermedades de la piel, dado que ejercen una acción extraordinaria sobre la epidermis. Extendidas directamente sobre el cutis, lo suavizan y rejuvenecen. Las pieles apagadas y poco flexibles obtienen una rápida mejoría siguiendo un tratamiento con jalea real, consistente en ingerir de quince a veinte miligramos por vía interna y a la vez aplicarla externamente sobre la piel, por la noche antes de acostarse.

Esta forma de aplicación sirve de crema nutritiva, y puede mezclarse la jalea real con miel y leche. Las proporciones son: un gramo de jalea real, cinco gramos de miel y quince de leche. Esta crema se extiende sobre el cutis y se deja reposar treinta minutos. Una vez transcurrido el tiempo, se lava la cara con agua caliente.

El doctor Egger considera la jalea real como uno de los mejores paliativos de la arteriosclerosis (enfermedad caracterizada por un envejecimiento prematuro de las venas), al ser aquélla un vasodilatador excepcional y un regulador de la presión sanguínea. El coste excesivo de este producto no debe ser un obstáculo para su consumo, dado que la cantidad requerida por el organismo es bastante pequeña. Para una cura de jalea real bastan cuatro gramos, dosificados en cuarenta días.

Se debe ingerir por las mañanas en ayunas, de forma oral.

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