_
_
_
_

José María Ruiz-Mateos asegura que Rumasa no tiene problemas

Las declaraciones del ministro de Economía y Hacienda, Miguel Boyer, en las que afirmaba que "el Banco de España enviaría a sus inspectores a Rumasa si ésta no terminaba su auditoría con la empresa Arthur Andersen", fueron contestadas ayer por el presidente del holding de la abeja, José María Ruiz-Mateos, en un extenso comunicado en el que se afirma que no se ha roto con la empresa auditora y que el Fondo de Garantía de Depósitos tiene en su poder el resultado de las "revisiones limitadas" de 99 sociedades no financieras del grupo, de las doscientas que solicitó en su día. El presidente de Rumasa rechaza cualquier responsabilidad sobre las repercusiones que pudieran tener las declaraciones de Miguel Boyer.En el comunicado de José María Ruiz-Mateos se afirma en un primer momento que el grupo Rumasa no tiene en este momento ningun problema que afecte a su liquidez ni a su solvencia y que "las consecuencias que pudieran derivarse de las manifestaciones del ministro, recogidas con gran amplitud por los medios de comunicación, escapan a cualquier prevision objetiva". Más adelante se señala que el Fondo de Garantía de Depósitos (FGD) exhortó al grupo Rumasa a realizar la auditoria de dieciocho bancos y doscientas empresas en un plazo de cuatro meses, "que se ha revelado insuficiente para el desarrollo de esa tarea".

Discrepancias técnicas

Una vez que el FGD pidio a Rumasa que se auditara, el holding hizo este encargo a la firma Arthur Andersen, lo que fue aceptado por las autoridades monetarias. José María Ruiz-Mateos señala en su declaracion que "en el transcurso de este trabajo surgieron discrepancias técnicas" que motivaron una cierta paralización en tanto en cuanto la empresa auditora no presentara un informe sobre el momento concreto en que se encontraba el trabajo.

En el comunicado no se dice nada sobre el hecho de que casi dos meses antes, otra empresa auditora -Price Waterhouse-, había empezado a llevar a cabo algunas de las revisiones limitadas de las empresas del grupo. Según Ruiz-Mateos, la entrega de ese informe parcial sobre el estado del trabajo "servirá de base para la toma de decisión definitiva por parte de Rumasa respecto a la continuacion de la auditoría por dicha firma o a la ampliación del número de empresas que hayan de participar en la auditoría en marcha". Esta posible alternativa era negada por el ministro de Economía y Hacienda al afirmar hace dos días que "no está en discusión que Rumasa haga su auditoría con otra casa".

En el comunicado del presidente del holding de la abeja se señala más adelante que Rumasa es el único grupo industrial español que ha realizado y entregado al FGD la auditoria de 99 de sus empresas y está a punto de entregar otras 42 -del total de doscientas solicitadas por las autoridades monetarias- "todas ellas con informe limpio", al mismo tiempo que se reafirma en su propósito de culminar el proceso emprendido, siempre que se ajusten a los plazos que las propias firmas auditoras demanden para poder realizar su trabajo. José María Ruiz-Mateos señala, por último, "la absoluta disposicion del grupo Rumasa a colaborar decididamente con el Gobierno para lograr la deseable clarificación y consolidación del sistema financiero español, y, muy especialmente, en el proyecto de creación de puestos de trabajo". Por su lado, representantes del Banco Atlántico, el de mayor tamaño de todos aquellos en que Rumasa tiene una participación mayoritaria, han señalado que ya su ejercicio de 1981 fue auditado por Arthur Andersen. El informe de dicha auditoría fue entregado en septiembre de 1982.

En el informe se incluye la auditoría, tanto del Banco Atlántico como de las escasas empresas en las que esta entidad mantiene participación accionarial. Sólamente se exceptúa la empresa filial Banco de Iberoamérica, radicada en Panamá, que desde siempre viene siendo auditada por Beat Marwey.

En el mes de octubre de 1982 se iniciaron los trabajos para la auditoría del mismo año por la empresa Price Waterhouse, quien se ha comprometido a entregarlo antes del 30 de abril, con el fin de que dicho informe pueda ser presentado junto con la memoria en la junta general de accionistas que, como es habitual, se celebra en el mes de junio.

El cambio de auditoría, solicitado por los accionistas mayoritarios, fue previamemte consultado con el Banco de España, quien no opuso ningún reparo.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_