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El ex 'conseller' Josep Roig se fugó al iniciarse una auditoría

El endeudamiento que ahora pesa sobre la Unión Agraria Cooperativa de Reus apareció por primera vez tras las irregularidades descubiertas en octubre de 1981. Varios miembros de la Junta Rectora denunciaron entonces la existencia de 120.000 kilos de aceite, valorados en veinticuatro millones de pesetas, en tres depósitos, a los que se había obturado expresamente el sistema de medida, y que según los estadillos oficiales debían estar vacíos. La Generalitat abrió una inspección que confirmó estos hechos irregulares.Un número importante de cooperativas exigió la realización de una investigación. La auditoría realizada por Peat Marwick diagnosticó un endeudamiento de 2.600 millones.

Algunas parcelas del asunto podrían permanecer oscuras definitivamente tras la fuga, que coincidió con el inicio de la auditoría, del ex director comercial y conseller de Agricultura, Josep

Roig Magriñá, quien había disfrutado de un poder omnímodo dentro de la UAC. El ex conseller de Agricultura realizó personalmente durante muchos años las compras de maíz, sorgo, soja y cebada, que en ocasiones, superaban los 150 millones de pesetas mensuales. Roig tenía fama de pagar al contado todas sus operaciones en la Lonja de Barcelona, siendo la Unión una de las pocas firmas que actuaba con tanta liquidez en el mercado de cereales. Sin duda, este sistema permitía ajustar mejores precios, pero también era de sumo agrado para sus principales proveedores, entre los que figuraban Transáfrica y Continental, ligadas a sendas multinacionales.

Una de las operaciones más negativas de la antigua dirección fue la compra y la mala gestión de la planta embotelladora de L'Hospitalet de LLobregat. Con ella, la Unión perdió novecientos millones de pesetas.

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