"No necesitamos más polícías, sino más psiquiatras", afirma un dirigente de Euskadiko Ezkerra

Ramón Jáuregui, delegado del Gobierno en el País Vasco, declaró ayer a EL PAIS que "este nuevo atentado ha venido a despejar las dudas, si alguna quedaba, sobre la actitud de ETA respecto a los deseos de paz del pueblo vasco y sobre las posibilidades reales de diálogo con quienes apoyan la violencia de los terroristas. Por lo demás, el ametrallamiento de Tolosa, "prueba que ETA no hace distingos a la hora de elegir a sus víctimas. Cualquiera puede ser culpable, aunque no se sepa de qué, a los ojos de los terroristas: un trabajador de Lemóniz, un empleado de banca, un guardia civil, o una mujer responsable de acompañar a su marido en un viaje profesional".Al respecto, cabe recordar que el 4 de enero de 1979 ETAm asesinó en la localidad guipuzcoana de Beasain al guardia civil Antonio Rodríguez Gallardo y a su novia Hortensia González Ruiz. Al reivindicar el atentado, y en respueta a las críticas de algunos sectores abertzales que reprochaban a ETA haber dirigido sus disparos también contra la novia del guardia, la organización terrorista explicó que si bien no pensaba "generalizar este tipo de acciones, ésta debe servir de aviso para todos los enemigos de Euskadi y sus familiares".

Javier Markiegui, miembro del comité ejecutivo de Euskadiko Ezkerra, tras condenar el atentado, dijo, sobre los autores, que "disfrazados de salvadores del pueblo, han interrumpido en el carnaval con una representación macabra". Markiegui añadió: "Ante estos hechos, los responsables de la seguridad de los ciudadanos tendrán que variar sus planes: no necesitamos mas policías, sino más psiquiatras", y concluyó su declaración con estas palabras: "Si este pueblo no consigue, como empresa colectiva, llamar a las cosas por su nombre, y persiste en autoengañarse, con la idea de que crímenes como el de Tolosa son "acciones de una guerra de liberación", perecerá víctima de los monstruos que crea en sus sueños".

El comité ejecutivo de UCD de Guipúzcoa, por su parte, manifestó en un comunicado que "el pueblo vasco no ha capacitado a nadie para que ponga peligro en su vida", y considera un objetivo urgente "aislar a ETA y a quienes justifican sus acciones". José María Txiki Benegas, secretario general de los socialistas vascos considera, por su parte, que este atentado "reafirma la actitud del PSE-PSOE respecto a la llamada mesa por la paz que ya tiene encima cinco cadáveres. Con atentados de por medio, el PSE-PSOE no se sentará en ninguna mesa con representantes de Herri Batasuna". Según Benegas, "ETA está tomando el pelo a Garaikoetxea, respondiendo con nuevos asesinatos a cada oferta suya. Nosotros no estamos dispuestos a caer en semejante trampa. ETA sigue matando mientras que nuestra exigencia de cese de la violencia como condición para hablar de paz es calificada por HB y el PNV de obstruccionista".

En opinión de Benegas, "en las actuales condiciones la propuesta de Garaikoetxea está consiguiendo algo tan peligroso como es la legitimación política de HB y de lo que esta coalición representa, al concederle gratuitamente la llave de la paz en el País Vasco, mientras las metralletas no dejan de actuar. Las nuevas condiciones de Garaikoetxea han sido una vez más rotas por ETA. Esperamos que así lo entienda el presidente del Gobierno vasco y le rogamos que, en estas condiciones, deje de convocar al partido socialista a una mesa con HB".

Rechazada esa vía, el PSE-PSOE reitera, sin embargo, su "voluntad de diálogo con el PNV y otras fuerzas democráticas vascas que rechazan la violencia para resolver los problemas de nuestro pueblo".

El ministro del Interior, José Barrionuevo, dijo ayer en Ubeda, comentando el atentado terrorista de Tolosa: "Esa gente es una gran empresa armada. Lo acaba de demostrar asesinando a una pobre mujer. El Gobierno seguirá con su línea de firmeza para terminar con ese problema que es duro y difícil".