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Un largo conflicto en el Ayuntamiento de Andújar dio lugar al recurso planteado ante el Tribunal Constitucional

Una larga y enmarañada serie de conflictos ha presidido la gestión del ayuntamiento de Andújar, de mayoría socialista, durante estos cuatro años. Dos alcaldes expulsados del partido, ruptura del pacto de izquierdas, dimisión en bloque de cinco concejales socialistas un año completo sin aprobarse el presupuesto, inhabilitación durante doce años para el interventor de la corporación y una densa red de acusaciones entre dos facciones del PSOE, son algunas de las peripecias más sonadas de este Ayuntamiento jienense. Uno de los alcaldes expulsados, Miguel Angel Bellido del Pino, presentó en su día un recurso de amparo ante el Tribunal Constitucional, que se acaba de pronunciar sobre él mismo, aunque el fallo no se ha hecho todavía público oficialmente.El PSOE fue el ganador de las elecciones municipales en Andújar, con nueve concejales del total de veintiuno. UCD obtuvo ocho, tres el PCA y un independiente, de línea próxima a AP. Quedaba así una mayoría de doce concejales de izquierda contra nueve de derecha.

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Al poco tiempo de comenzar su mandato, el primer alcalde, Antonio Gallego Gil, comenzó a tener problemas con uno de los concejales, el que ocupaba el número ocho en la lista socialista, Pedro Calero. Este empezó a denunciar presuntas irregularidades en la gestión del alcalde y llegó a redactar un expediente de 107 páginas, que envió a la comisión provincial de conflictos, primero, y después a la federal. En marzo de 1980, el PSOE decidió suspender de militancia durante un año a Antonio Gallego, con lo que éste perdió, al tiempo que su Condición de militante socialista, el puesto de alcalde. La expulsión, se produjo en marzo de 1980.

El mecanismo de la ley electoral disponia entonces que ocupa para alcaldía el número dos de la lista, Miguel Angel Bellido del Tino, pero Pedro Calero, al pare per con fuertes apoyos en el comité provincial, fue propuesto ,como alternativa para ser alcalde. La solución que se quería para que Pedro Calero tuviera acceso a la alcaldía hubiera podido llevar a Ándújar a las páginas del Guiness Book of Records: se trataba de que tanto Miguel. Angel Bellido como los que le se guían en la lista, hasta Pedro Calero, fueran sucesivamente nom brádos alcaldes y dimitieran, todo ello en el pleno del 23 de abril de 1980. Miguel Angel Be llido se negó a prestarse a ello, y ahí se interrumpió la operación.-

Sorprendentemente, el 11 de agosto de ese mismo año, Miguel Angel Bellido fue informado de que se le abría un expediente por desobediencia al partido. La desobediencia consistió en no aceptar esa propuesta de dimisión. El mismo escrito le concedió un período de siete días para sus alegaciones, pero antes de que se cumpliera dicho período recibió una nueva notificación del partido en la que se le expulsaba del mismo. Consiguientemente, como en el caso de su predecesor, Antonio Gallego quedó fuera del ayuntamiento.

Dado que con las caídas de los dos primeros alcaldes se había originado cierto revuelo. Pedro Calero renunció a sus aspiraciones y quedó como alcalde Juan Conde González, cuarto de la lista. Por esos días, el tercero de la lista, un prestigioso médico de la ciudad, había abandonado su puesto por razones de salud.

Ruptura del pacto

Bajo el mandato de Juan Conde, se llevaron a efecto en el ayuntamiento unas contrataciones que son la causa de la ruptura del pacto de la izquierda. El PCA vio con muy malos ojos que, se contratara como funcionanos en el Ayuntamiento a personas vinculadas al partido socialista, como el ex secretario de organización Antonio Robledo Monreal, hoy vicesecretario general de la agrupación local; el secretario de política municipal y miembro de la ejecutiva provincial, Manuel Maroto, o el secretario de administración, Francisco, de Asís Trigueros. La, ruptura del pacto dejó ál PSOE con sólo nueve votos en los plenos, frente al total de diecinueve concejales. (En todo este período de tiempo, un concejal de UCD y el independiente se han marchado sin sustitución).

El PSOE, con sus nueve concejales, tuvo problemas para aprobar el presupuesto de 1982. Transcurrieron hasta ocho plenos sin que lo consiguiera, porque tanto los concejales de UCD como los del PCA se oponían al proyecto de presupuesto socialista. Así, Andújar pasó todo el año 1982 sin que su Ayuntamiento tenga presupuesto. Ya entrado enero de este año, Pedro Calero encontró la solución: acogerse a la disposición final cuarta de la ley de Elecciones Locales, que prevé que, cuando por dimisiones o ausencias un ayuntamiento se quede con menos de los dos tercios de sus concejales, podrán ser sustituidos por decisión de la Diputación Provincial. Se necesitaba, pues, que se redujera el número de concejales a trece.

Para ello, el 17 de enero dimitieron en bloque seis concejales socialistas. La Diputación Provincial repuso hasta el número de veintiún concejales con cuatro militantes socialistas, más otros cuatro independientes, próximos al PSOE, que votaron con este partido la aprobación del presupuesto.

Otra decisión altamente impopular adoptada por la corporación ha sido la inhabilitación por doce años del interventor Francisco Bellido. Se le acusa de haber aconsejado mal al Ayuntamiento en la redacción de un presupuesto extraordinario de liquidación de deudas, una especie de artificio legal llevado a cabo durante el mandato de Antonio Gallego para conseguir unos créditos oficiales. La decisión había sido tomada con el acuerdo unánime de toda la corporación, incluyendo al actual alcalde, Juan Conde, y al polémico Pedro Calero.

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