Argel endurece su campaña contra antiguos dirigentes del régimen
Una nueva fase de la "campaña contra la corrupción", iniciada hace más de un año por las autoridades argelinas, parece haber sido puesta en marcha tras el anuncio de la detención de antiguos altos responsables del régimen anterior, entre los que se cuenta a un confidente del fallecido presidente Huari Bumedián, acusado de divulgación de secretos de Estado y sabotaje económico. Esta etapa coincide con el recrudecimiento de las críticas contra el ex presidente argelino Ahmed Ben Bella.Desde hace varias semanas, una serie de rumores alarmantes se había propagado en Argel, entre los que figura un fallido intento de golpe de Estado a cargo del jefe de la primera región militar, el coronel Mohamed Atailia; el arresto domiciliario de un ex jefe de la Seguridad Nacional, Mohamed Draia; el regreso precipitado a Argel, para ser interrogado por la policía, del ex ministro de Relaciones Exteriores Abdelaziz Buteflika, y la detención del antiguo embajador de Argelia en España Abdelaziz Maui. Ni uno solo de estos rumores ha podido ser confirmado, atribuyéndose su propagación, según la Prensa argelina, a otro intento de desestabilización dirigido por potencias extranjeras.
Confidente de Bumedián
Lo que si ha sido confirmado oficialmente es la detención de un antiguo confidente del presidente Bumedián, el industrial Messaud Zeghar, quien, bajo el seudónimo de Rachid, había sido el hombre de confianza del creador del primer servicio de inteligencia argelino Abdelhamid Busuf, fallecido hace dos años. Zeghar fue objeto de la atención de toda la Prensa mundial, en 1978, cuando ordenó el rapto, en Canadá, de una hermana suya, Dalila, quien se había permitido escapar de la familia para contraer matrimonio con un estudiante francés.La foto de Zeghar apareció ayer en el diario argelino El Mudahid, al lado de las de un director del Ministerio de la Planificación, Annane Laid, y de un director de una empresa nacional, Abdelkader Maizi. Todos ellos han sido acusados de haber divulgado secreto de Estado a agentes de potencias extranjeras y participado en acciones de sabotaje económico.
Los medios argelinos afirman que no se trata de una "cacería de brujas" contra quienes ocuparon altos cargos políticos o económicos durante la presidencia de Huari Bumedián y eran considerados entonces como intocables. El corolario de estas detenciones, que coinciden con el cuarto aniversario de la elección presidencial de Chadli Benjedid, sería, según la Prensa argelina, que "ya ha dejado de haber individuos que pueden violar impunemente las leyes".
A esto hay que añadir las referencias veladas a la actividad de Ben Bella, acusado de haber vendido "su alma a potencias extranjeras".
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