Una batalla entre sindicalistas causa 17 heridos en la factoría Citroën de París
La producción automovilística francesa sufre un nuevo golpe como consecuencia de una batalla campal entre sindicalistas adversarios de la casa Citroën, que anteayer causó diecisiete heridos, dos de ellos de consideración. En lo que va de año 1983, este sector ha perdido 50.000 unidades como consecuencia de las huelgas. El ministro de Trabajo, Jan Auroux, calificó de terrorista la acción, que se supone provocada por el sindicato de tendencia comunista CGT.
Ayer, la fábrica de Citroën de Aulnay Sous Bois (cerca de París) fue escenario de incidentes graves protagonizados por dos grupos de obreros pertenecientes, los unos, al sindicato de la casa CLS, y los otros, al procomunista CGT. Estos últimos deseaban interrumpir el trabajo para manifestarse ante la sede social de la empresa, mientras los otros querían trabajar.En este punto se desarrolló una verdadera batalla que, según testimonios múltiples, partió de los militantes de la CGT. Con barras de hierro, cables de plástico y a patada limpia atacaron a los empleados que deseaban tabajar. Los cegetistas son, en mayoría, obreros norteafricanos, mientras los militantes del CLS son franceses y asiáticos. Una vez más, en los últimos días, este aspecto racial envenena los problemas del sector automovilístico francés.
La CGT, por su parte, ofrece una versión contraria a la de los demás testigos. Según ella, fueron los militantes del sindicato CLS quienes pretendieron impedir la interrupción del trabajo y la manifestación que ellos habían proyectado.
El ministro socialista de Trabajo, Auroux, acusando implicitamente a la CGT, reaccionó severamente anoche al denunciar los "métodos propios de las prácticas terroristas", y recalcando que la libertad individual y la libertad de trabajo deben ser respetadas. Citroën se ha caracterizado siempre por sus prácticas feudales en materia de relaciones laborales.
Como concecuencia del incidente precipitado, la Citroën se paralizó ayer. Los obreros legalistas se declararon en huelga, mientras no sean sancionados los violentos de la CGT. Parte de las fábricas Renault aún continúan en paro igualmente.
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