El Plan Nacional de Combustibles de 1983, retenido ante una posible reducción del precio del petróleo
Las autoridades energéticas españolas están a la espera de una próxima reducción de los precios oficiales del petróleo -que muy bien podría tener lugar en la prevista reunión de los países productores de petróleo del golfo Pérsico en los próximos días- antes de adoptar una decisión sobre una eventual solicitud de renegociación de los contratos de suministro de crudo con Arabia Saudí y otros países productores con los que se tienen acuerdos a largo plazo.
La esperada baja del precio de referencia del petróleo, que podría ser de cuatro dólares por barril (es decir, de 34 a treinta dólares), abarataría sensiblemente la factura petrolera española para el año en curso y permitiría terminar de elaborar el Plan Nacional de Combustibles para 1983, que regula el programa de compra de crudos de las refinerías españolas.La revisión de los acuerdos de suministro de petróleo incluidos en la llamada 'cuota de Comercio', especialmente los que se tienen con Arabia Saudí, ha sido un tema de debate en la Administración durante los últimos meses. La semana pasada, una delegación de Hispanoil, como gestora de la cuota de Comercio, visitó Ryad con objeto de analizar las posibilidades reales de renegociar a corto plazo el vigente contrato de suministro, por el que Arabia Saudí suministra a España 120.000 barriles diarios de crudo.
Pero la firme convicción de que el precio de referencia del crudo puede experimentar una reducción en los próximos días, hizo desistir a la delegación de adoptar cualquier decisión al respecto. La modificación del precio de referencia, especialmente el saudí, se traduciría en una baja automática de la tarifa concertada en los contratos a largo plazo con los productores, que se guían por los precios oficiales, lo que haría innecesaria la revisión de los acuerdos.
La decisión de mantener a toda costa los contratos a largo plazo con Arabia Saudí, en contraposición con lo que han hecho algunos países europeos, descansa en la naturaleza política del citado acuerdo, que se firmó en unos momentos (diciembre de 1980) en los que el mercado de crudo era especialmente desfavorable para los países compradores.
Reducción del contrato saudí
Gracias a la intervención de las más altas instancias del Estado, el Gobierno de Ryad se prestó a la firma de un contrato de cuatro años de duración para el suministro de 150.000 barriles diarios a España.Este acuerdo fue rebajado en 30.000 barriles diarios durante el segundo semestre del año pasado, debido a las menores necesidades de crudo que España tuvo a partir del pasado año. La sensible disminución de los consumos en nuestro país, junto a las facilidades que ofrecía el mercado mundial para obtener precios más competitivos en otros países, aconsejó esta reducción de las cantidades concertadas, pese a que quizá no se alcanzaron los niveles de reducción que el sector español del petróleo y algunos medios de la Administración consideraban apropiados.
Con la esperada baja del precio del crudo, que muy bien podría tener lugar este próximo fin de semana, el contrato saudí se convertiría ahora en un mecanismo seguro y barato de suministro de crudo, firmado, además, con un país en el que descansa una gran parte de la estrategia comercial y política española en el golfo Pérsico. Lo mismo sucedería con otros contratos incluidos en la 'cuota', como los mexicanos, donde la previsible baja del precio de referencia OPEP provocaría, a su vez, una disminución paralela en las tarifas oficiales aztecas.
Cuatro dólares por barril
Respecto a la reunión de los países del golfo, informaciones procedentes del área afirman que cuatro países de la OPEP han prometido aprobar una reducción de cuatro dólares por barril (de 34 a treinta dólares) si antes del próximo miércoles el resto del consorcio no cumple los acuerdos internos de precios y cuotas de producción decididas por la OPEP en sus últimas reuniones.La amenaza de los cuatro productores (Kuwait, Emiratos Arabes Unidos, Qatar y Arabia Saudí) se considera una medida formalista de justificación de lo que, según todos los medios del sector, ha sido decidido previamente por el Consejo de Cooperación del Golfo. Este organismo, que se reunirá posiblemente este fin de semana, decidirá, con toda seguridad, una baja unilateral del precio de referencia de la OPEP, con el fin de estimular las ventas.
El propio Yamani, ministro de Petróleo de Arabia Saudí, advirtió de esta eventualidad la semana pasada, tras el fracaso de la última conferencia de la OPEP, celebrada en Ginebra. Yamani señaló que los países del golfo actuarían sobre los precios por dos razones: 1) la previsible baja del crudo del mar del Norte, que reduciría aún más la competitividad del petróleo del golfo, y 2) la imposibilidad de los países del área de satisfacer sus necesidades internas de gas natural (de las que dependen la electricidad y la industria petroquímica) con una producción tan disminuida de crudo.
A este respecto, la baja del crudo OPEP puede venir por las presiones que están ejerciendo otros productores competitivos. Ayer, por ejemplo, se materializó una reducción de dos dólares en el precio del crudo soviético, que, aunque poco importante en el mercado occidental, provocó ayer una tensión inusitada en el mercado spot o de entrega inmediata. Según fuente del mercado de Roterdam, los precios del crudo alcanzaron ayer los niveles más bajos en los últimos dieciocho meses.
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