La integración del Banco Urquijo en el grupo Hispano Americano reabre el proceso de concentración bancaria a gran escala
La integración del Banco Urquijo en el grupo Banco Hispano Americano puede constituir el primer paso en un proceso más amplio de fusiones entre grandes y medianas entidades de depósito nacionales, que previsiblemente se desarrollará entre este año y 1984. Aunque aún no están fijados los términos exactos de la operación, en medios financieros se baraja la posibilidad de que se materialice mediante una oferta pública de adquisición de acciones (OPA) del Urquijo realizada por el Hispano.
La intención de integrar el Urquijo en el Hispano fue comunicada el pasado miércoles al subgobernador del Banco de España, Mariano Rubio, por Jaime Carvajal y Urquijo, presidente del primero, y por Alejandro Albert, consejero delegado del Hispano, en ausencia de su presidente, Luis Usera, por enfermedad. La operación es considerada en medios especializados como el final lógico a una estrecha relación que se ha prolongado durante casi cuarenta años. El 7 de julio de 1944 se firmaba en una finca próxima a Madrid, conocida como Las Jarillas, un pacto histórico que vendría a representar un hito en la pequeña historia de la banca privada española. El marqués de Aledo y el de Urquijo, en nombre del Hispano Americano y del Urquijo, respectivamente, firmaban un documento en el que se establecía el principio de la especialización bancaria en nuestro país. El Hispano a partir de aquel momento se dedicaría de forma preferente a realizar banca comercial, mientras que el Urquijo conduciría su gestión por los derroteros de la banca industrial y de negocios.
'Status' mantenido
La situación fijada en aquellos momentos se ha mantenido en líneas generales hasta hace muy pocos años, si bien es cierto que en algunas ocasiones se acentuó especialmente, como ocurrió con la publicación del decreto de Especialización Bancaria de 1963, donde la diferenciación establecida a nivel privado cobró fuerza especial por ley. Sin embargo, en los años setenta los límites entre banca comercial y banca industrial se fueron difuminando, entrando ambas entidades en una cierta competencia. De cualquier modo, siempre ha existido una estrecha interrelación entre los dos bancos, tanto en participación en capital -el Hispano reconoce poseer directamente un 12,3% de las acciones del Urquijo- como entre los consejos de administración, en los que existen diez consejeros comunes. Por esta razón el Banco de España -que está aplicando unos criterios en las labores de inspección de los bancos privados mucho más estrictos' desde el pasado verano, a consecuencia de los problemas financieros internacionales y de la crisis de Banca Catalana y otras varias- se dirige al Banco Hispano cuando comienza a observar que el Urquijo puede tener problemas para incrementar sus dotaciones a saneamientos si mantiene el pago de: sus dividendos.La situación del Banco Urquijo ha sido calificada por algunos expertos en temas financieros como "un ejemplo de rentabilidad insuficiente para el importante volumen de inversiones que tiene realizadas". Fuentes próximas al Banco de España han puesto un especial énfasis en señalar que la situación del primer banco industrial español no tiene nada que ver con las crisis anteriores que han sufrido otras entidades de depósito. Las autoridades monetarias han sugerido la necesidad de una operación del tipo de la que ahora está en marcha antes de que el prestigio internacional del Urquijo, sin duda la entidad financiera española con mejor imagen fuera de nuestras fronteras y una de las que mayor apoyo han dado al proceso de industrialización, pudiera verse resentido por la necesidad de asumir alguna medida poco agradable, como podría ser la reducción o la eliminación de sus dividendos en este ejercicio.Los equipos de inspección del Banco de España, cuya responsabilidad máxima la ejerce Aristóbulo de Juan, llevan trabajando con los estados de cuentas del Urquijo desde el mes de junio en una inspección calificada como "ordinaria" y que terminó en diciembre.
El Hispano comenzó a estudiar la situación real del Urquijo el 1 de diciembre con el mismo equipo que antes evaluó las cuentas de Bankunión. Dos meses más tarde algunos de sus responsables manifiestan tener una idea bastante aproximada de la situación de aquella entidad y consideran imprescindible la actuación del Banco de España, tanto para autorizar la operación como para facilitar las medidas de apoyo complementarias que permitan llevar a buen término la operación. Estas mis mas fuentes declararon ayer que el futuro del Urquijo queda asegura do con la fórmula por la que el Hispano asegura su control. La imagen de marca no desaparecerá. El subgobernador del Banco de España, Mariano Rubio, declaró a este periódico que le parecían "muy bien las conversaciones entre las dos entidades", pero que el banco emisor no tenía nada que añadir por el momento "para no interferir". El ministro de Economía y Hacienda, Miguel Boyer, fue informado en la mañana de ayer con profundidad del estado de las negociaciones.
Las razones de las dificultades
El Banco Urquijo, con su tradicional vocación industrial, se ha visto afectado, sobre todo en el segundo semestre de 1982, por el efecto combinado de la crisis internacional y por los efectos de la normativa legal española, que ha resultado sorprendentemente poco comprensiva para con las entidades que mantenían un elevado riesgo en los sectores industriales en crisis. "Los efectos negativos de las empresas repercuten inmediatamente en un banco industrial, mientras que los efectos positivos apenas se reflejan, ya que no se pueden regularizar al alza los activos buenos si no es para venderlos", afirmaba un alto cargo de un banco extranjero en España con experiencia en operaciones parecidas a la que ahora ensayan Hispano y Urquijo, en el exterior. El reciente incremento en un punto del coeficiente de caja que deben mantener las entidades de depósito en el Banco de España representa una carga adicional para la cuenta de resultados del Urquijo. Sin embargo, y frente a lo que se ha venido afirmando en algunos medios, esta entidad siempre ha mantenido correctamente cubiertos sus coeficientes, aseguran fuentes solventes del banco.En los cuarenta años que han transcurrido desde la firma del pacto de Las Jarillas no es la primera vez que las entidades en cuestión, por diferentes razones, ensayan su fusión, aunque las posibilidades de que se frustre en esta ocasión parecen remotas.
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