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El vicepresidente del Gobierno, Alfonso Guerra, declara que no conoce al director general de RTVE, Jose María Calviño

El vicepresidente del Gobierno, Alfonso Guerra, dijo ayer a los medios informativos que no tenía nada que ver con los nombramientos de RTVE y con la actual política informativa de este medio. "A Calviño no le conozco y a Balbín sólo lo he visto en La clave. El nombramiento de Calviño, en todo caso, es responsabilidad del Gobierno, no sólo mía", dijo Alfonso Guerra. Posteriormente el director de La clave y de los servicios informativos de TVE, José Luis Balbín, admitía ante el Consejo de Administración de RTVE que habló con personas del Partido Socialista en torno al contenido del programa dedicado a los ayuntamientos de izquierda antes de que éste se suspendiera.

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Alfonso Guerra, que en los primeros días del caso La clave fue implicado como presunto inductor de la suspensión del programa, declaró también ayer a los periodistas en un almuerzo informativo que era difícil cambiar la televisión en poco tiempo. A su juicio "en Televisión Española se necesitan dos cosas: honestidad y talento. De lo primero estoy seguro de algunos casos que conozco. El talento, hasta ahora, por la pantalla no lo he visto".Es inverosímil la declaración del vicepresidente del Gobierno sobre su desconocimiento del director general de RTVE. Le acompañó a Prado del Rey para que interviniera en un debate de La clave sobre el nuevo Gobierno, después de las elecciones del 28 de octubre pasado. El 9 de diciembre de 1982 fue él quien dió posesión de su cargo a Calviño. Después, en fecha aun más reciente, Calviño declaró a dos periodistas de EL PAIS que debía ausentarse de su despacho de director general para acompañar a Guerra a un concierto de Gustav Mahier.

Al menos en los últimos tiempos Guerra vió a Balbín con motivo del debate, también en La clave, sobre las elecciones legislativas. Mientras veían la película previa al debate, Guerra recibía notas manuscritas que le pasaba Baibín sobre la intervención del dirigente centrista Landelino Lavilla, que se producía simultáneamente en la primera cadena. Era en el inicio de la campaña electoral.

En fuentes cercanas al Ejecutivo se estima que la suspensión, que posteriormente se cambió por aplazamiento, del programa de la segunda cadena de TVE La clave, fue "un favor no solicitado" por el Ejecutivo y que los responsables directos de este tema creyeron conveniente hacer al Gobierno que los había nombrado. Según estas fuentes, el hecho ha preocupado profundamente a determinados sectores del Gobierno.

Según fuentes cercanas a la dirección de RTVE, el actual directore general, José María Calviño, ha dado por concluídas las explicaciones sobre el tema Balbín "por lo que el caso se puede dar por cerrado". El programa La clave continúa emitiéndose con normalidad. El de hoy, que también será presentado por José Luis Balbín, estará dedicado a las incompatibilidades, en las que ha estado incurso al menos hasta hace unos días el propio Balbín, asesor del Instituto de Desarrollo Iberoamericano, en comisión de servicios otorgada por el Ministerio de Trabajo, al que pertenece como funcionario y del que, según ha declarado, ha pedido excedencia. Por este trabajo el mismo Balbín ha indicado que cobraba unas 40.000 pesetas.

El programa sobre los ayuntamientos de izquierda se emitirá en fecha próxima, aunque fuentes del programa esperaban poder emitirlo el próximo día 4 de febrero. Otros sectores hablan de maniobras dilatorias por cuanto el retraso en la emisión del mismo puede coincidir con la campaña de las elecciones municipales y entonces podrían surgir otras dificultades para adaptar su contenido.

Por otra parte, en Prado del Rey se registra estos días un cierto sentimiento de frustración y de división con respecto a la decisión de suspender o aplazar la emisión del programa sobre los ayuntamientos de izquierda y referente a las circunstancias que han rodeado este hecho. Parte de estas tensiones se centra en la persona del director de informativos y director en funciones del programa La clave, José Luis BaIbín. Los periodistas del Telediario de las nueve se negaron el pasado miércoles a ofrecer una amplia reseña de la conferencia de Prensa que había ofrecido BaIbín esa misma mañana y en la que explicaba las circunstancias de su enfermedad y su ausencia de España durante el fin de semana.

Este no ha sido el único caso en el que se han puesto en entredicho las actividades de José Luis BaIbín quien, según informaciones aparecidas en la prensa y no desmentidas por él, además de su trabajo en TVE, es funcionario del Ministerio de Trabajo donde cobra 84.025 pesetas y está destinado en comisión de servicios por parte de este ministerio en el Instituto Iberoamericano de Desarrollo. El nombramiento de Baibín como director de los servicios informativos de TVE no fue bien admitido por una buena parte de los periodistas que trabajan en los mismos.

Por su parte, el Consejo de Administración de RTVE, que se reunió ayer en sesión extraordinaria para estudiar el caso Balbín, no adoptó ninguna resolución conjunta en torno al tema "dada su especial situación de provisionalidad, con una representación política no congruente". Los consejeros socialistas se mostraron satisfechos con las explicaciones que dió el director general y el propio Balbín durante la hora que compareció ante el Consejo. Por el contrario los representantes de los demás grupos no se sintieron satisfechos por estas explicaciones. Estos grupos lamentaron la forma en que se habían desarrollado los hechos y el problema de fondo contra la libertad de expresión que parece haberse planteado. Los consejeros de UCD y la consejera de AP solicitaron, entre otras medidas, la destitución de José Luis Balbín como jefe de los servicios informativos de TVE.

Los consejeros socialistas manifestaron que en el caso de Balbín no ha habido ninguna prueba ni habían observado ningún comportamiento que haya atentado contra el espíritu y la letra del Estatuto. Sin embargo, los socialistas han observado en todo el relato de los hechos "la existencia de defectuosos hábitos de coordinación y de comunicación interna heredados", por lo que solicitan que estos sean corregidos de inmediato.

Los consejeros de UCD dicen que el aplazamiento del programa reviste apariencia de una grave limitación a la libertad de expresión, consideran parciales e insuficientes las explicaciones ofrecidas y denuncian una actuación gravemente irresponsable de José Luis Balbín. Por todo ello piden su destitución. Los representantes del CDS en el Consejo consideran también insuficientes las explicaciones dadas pero no se han propuesto medidas concretas "dado que el Consejo tiene en la actualidad una representación política no congruente con lo que rige hoy".

La representante de Alianza Popular denuncia también las irregularidades del caso.

El consejero del PCE también se sintió insatisfecho por las explicaciones dadas y preocupado "por la cuestión fundamental: si hubo o no presiones desde el PSOE o desde el Gobierno". El representante comunista dijo que, no obstante, no se había adherido a la propuesta de UCD porque se trataba de una batalla política que estaba comenzando desde la televisión y que en esta batalla no podía unirse a la derecha".

'La clave' de hoy

Con el título de Incompatibilidades 83, La clave de hoy dedica el programa a una de las leyes más polémicas, la de incompatibilidades en el sector público, que entró en vigor el pasado día 1. La ley había sido aprobada en junio del pasado año y, ya en aquella ocasión, suscitó una fuerte controversia entre algunos sectores sociales, principalmente la clase médica.El tema de Incompatibilidades 83 fue preparado por el programa hace más de quince días. Entre los participantes al coloquio, moderado por José Luis Balbín, destaca la presencia del doctor Ramiro Rivera, presidente del Consejo General de Colegios Médicos.

Han confirmado también su asistencia Martín Bassols, catedrático de Derecho Administrativo; Dieter Nohlem, catedrático de Ciencias Políticas de la Universidad de Heidelberg (República Federal de Alemania); Giancarlo Trentani, secretario general de la Confederación de Cuadros Directivos de la Función Pública (Italia); y Andrés Borderías, presidente de la Confederación Sindical Independiente de Funcionarios.

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