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'Macarrón',

un hombre nicaragüense burlado por su esposa, fue el que encontró fortuitamente -en realidad intentaba localizar a su infiel cónyuge- las instalaciones para adiestramiento con que contaban los antisandinistas en el norte de Costa Rica. Macarrón, que recibe su apodo por su aspecto físico, estaba casado con una guapa guanacasteca que se enamoró de un guerrillero y se fugó con él. El marido abandonado buscó a la pareja durante varios días sin resultados, pero, a cambio, descubrió el campamento-escuela de la guerrilla nicaragüense, situada a un kilómetro del campo donde el comisionado de las Naciones Unidas para los refugiados atiende a centenares de centroamericanos huidos de sus países. Macarrón dio por perdida a su esposa, pero consideró que había encontrado la oportunidad de "servir a la patria" informando de su hallazgo a las autoridades.

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