Los problemas del socialismo griego

Al proceder, el domingo 9 de enero, a una devaluación del 15,5% del dracma, el Gobierno socialista griego ha sacado las consecuencias de una situación económica muy difícil, pues la posición de la divisa nacional se había revelado insostenible. Pero, al mismo tiempo, corre un riesgo político considerable.Es casi tradicional, en período de crisis, que la llegada al poder de un partido que estaba en la oposición sirva de pretexto para una devaluación. El Partido Socialista francés recurrió a ese procedimiento en 1981 (repitiendo la operación en junio de 1982; los socialistas españoles, al principio de diciembre, y los socialdemócratas suecos, después de la vuelta al poder de Palme. Por el contrario, proceder a ese reajuste obligado por las circunstancias, y quince meses después del cambio de Gobierno, impide a Papandreu imputar la responsabilidad de esta medida al Gobierno anterior. ( ... )

Una agricultura todavía arcaica, el grupo de presión de unos armamentos todopoderosos (Grecia posee la primera marina mercante del mundo), un aparato industrial obsoleto han podido llegar a ser los mayores obstáculos a las ambiciones reformistas y planificadoras de los dirigentes socialistas.

Pero no cabe la menor duda que esta d6aluación será juzgada en el interior como en el exterior del país como la prueba tangible de que una primera fase de la política gubernamental ha fracasado. (...)

Un cierto aire de ambigüedad en la cumbre, una inexperiencia ministerial bien comprensible, pero que raya algunas veces con la incompetencia más dañina, han acelerado la degradación de una economía que Papandreu se había propuesto reactivar.(...)

11 de enero.