La enseñanza privada

Al negarse a entablar un diálogo sobre las bases propuestas por el poder socialista, los responsables de la enseñanza católica (95% de la enseñanza privada en Francia) han dado pruebas de realismo y de lógica. Aceptar discutir con Alain Savary, el ministro de Educación Nacional, significaba escoger el método para morir, porque la muerte estaba, por adelantado, inscrita en el,programa. (...)La posición de la enseñanza católica es simple: no solicita nada. Tampoco desea cambiar el sistema francés de educación, aunque piense que ciertos reajustes son necesarios y tal vez indispensables.(...)

El rechazo en bloque de las propuestas Savary devuelve la pelota al campo gubernamental.

Es el ministro quien debe elegir y asumir sus responsabilidades. Estas son considerables, o el poder se da cuenta que ha ido demasiado lejos y formula propuestas que aseguren no sólo la simple supervivencia, sino el mantenimiento y el desarrollo de la enseñanza privada, o prescinde del rechazo de los defensores de la escuela libre. ( ... )

Lo que es lamentable en este asunto es el doble lenguaje del poder. Por un lado, repite que quiere mantener la libertad de enseñanza, y por otra parte, utiliza todas las posibilidades legales para debilitar o crear dificultades a las escuelas libres. No se puede defender la libertad y al mismo tiempo poner todo en obra para impedir su ejercicio.

11 de enero