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Cinco horas estuvo el juez Hilario Martella registrando la casa del búIgaro Antonov

Juan Arias

El juez Hilario Martella, responsable de la investigación sobre el atentado al Papa, ha registrado durante cinco horas la casa de Ivanov Antonov, el vicedirector de la compañía aérea búlgara Balkan de Roma, detenido en la cárcel romana de Rebbibia, acusado de haber participado en el atentado contra el Papa en la plaza de San Pedro.La decisión del juez Martella fue tomada a petición de los ahogados defensores de Antonov, Pietro d'Ovidio y Antonio Picozzi, los cuales insisten en que el agresor del Papa, el turco Ali Agca, ha mentido cuando ha declarado a los jueces romanos que conocía la casa de Antonov y que había estado en ella días antes del atentado del 13 de mayo de 1981.

Durante las cinco horas de registro del piso de Antonov, en la calle Pola, los periodistas intentaron en vano acercarse al lugar, pero el despliegue de policía en los alrededores fue enorme. Se había corrido la voz de que iba a llevarse a cabo el registro ante la presencia de Ali Agca, lo que no ocurrió.

No existen indiscreciones ni del careo en la cárcel días atrás entre Antonov y Agca, ni del resultado de la visita del juez y de los abogados al piso del búlgaro incriminado.

Todo este movimiento demuestra que está a punto de ser decidida o la liberación o el procesamiento definitivo de Antonov. La decisión es muy importante porque lo que han pedido sus abogados no es ya la libertad provision al, sino la libertad total "por falta de indicios".

Mientras tanto, el fiscal general búlgaro, Kostadin Liutov, ha escrito una carta al ministro de Gracia y Justicia italiano, Clelio Darida, en la que le comunica que si antes de un mes el juez Martella no presenta pruebas de la participación en el atentado contra el Papa del traficante de armas y drogas Bekir Celenk, éste será puesto en libertad y se le otorgará el permiso para abandonar Bulgaria. Celenkestá hoy vigilado en un hotel de Sofia y participó una conferencia de Prensa junto con la esposa de Antonov y con Ayvazov y Kolev, los otros dos diplomáticos de la Embajada búlgara en Roma, actualmente residentes en Sofia, acusados también por Alí Agca de haber particpado en el atentado al Papa.

En el Palacio de Justicia de Roma se sigue negando oficialmente que el juez Martella haya recibido ninguna invitación formal de los magistrados búlgaros pata trasladarse a Sofía y poder interrogar al contrabandista Bekir Celenk.

Lo que los jueces italianos querrían es que los búlgaros consientan que Celenk venga a Roma para ser interrogado, pero éste ha afirmado ya que prefiere que dicho interrogatorio se haga en Bulgaria, pues entiende que en Italia no se le darían las garantías necesarias.

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