Continúan estancadas las negociaciones para el Acuerdo Interconfederal de 1983
Las negociaciones del Acuerdo Interconfederal para 1983, entre la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE) y los sindicatos, siguen estancadas en los mismos puntos en los que se encontraban al inicio de las conversaciones. La patronal no ha hecho su oferta de banda salarial e insiste en la necesidad de concretar previamente la incidencia de la reducción de jornada sobre los costes salariales.
Las repercusiones de reducción de jornada y la cláusula de revisión salarial fueron ayer -al igual que ocurriera en reuniones anteriores- los puntos sobre los que sigue girando la negociación entre patronal y sindicatos. La CEOE entregó a los representantes sindicales un nuevo documento sobre Posibles criterios en materia de jornada que, según su introducción, trata de buscar una forma flexible para la aplicación de la misma. Entre los criterios que maneja la patronal se mencionan la necesidad de definir en términos anuales y no meramente semanales la jornada legal y que ésta se considere de trabajo efectivo. Esto es, que no sean computables los períodos de descanso, ni como tiempo de trabajo ni como remuneración.Para los sindicatos, la oferta de la CEOE es incompleta e inaceptable. José Luis Corcuera, de UGT, señalaba en uno de los recesos que negociar sin conocer la banda salarial que ofrece la patronal es llevar la negociación al terreno que los empresarios han venido propugnando desde el inicio de las negociaciones.
Julián Ariza, de CC OO, fue más contundente. Subrayó que el tema de la jornada había quedado ya solventado el 28 de octubre, refiriéndose a que su reducción estaba incluida en el programa electoral del PSOE. "No nos parece serio discutir esto ahora, porque supone perder algo que los trabajadores han conseguido en las urnas".
Sin embargo, hay que recordar que en la entrevista que el presidente del Gobierno, Felipe González, mantuvo con la plana mayor de la CEOE prometió que el Ejecutivo aceptaría los acuerdos que alcanzasen las partes sociales en el tema de jornada. Esto, en definitiva, no es otra cosa que un caramelo envenenado para los que en este momento negocian el pacto interconfederal. Si la mesa negociadora llega a algún acuerdo distinto a una reducción efectiva de jornada a cuarenta horas semanales, tal como se planteaba en el programa electoral del PSOE, el Gobierno quedaría libre de la responsabilidad de aplicar lo que prometió en su día.
Revisión salarial
El otro punto de fricción lo constituye lo que la patronal denomina cláusula de garantía salarial y los sindicatos cláusula de revisión salarial. La CEOE repartió otro documento más en el que daba sus criterios en este tema.. La nueva denominación es justificada en el documento porque "la experiencia de 1982 ha demostrado que la cláusula de garantía salarial, lejos de serio, ha operado como elemento motor para producir nuevos incrementos salariales por encima del nivel de poder adquisitivo que se había pactado a comienzos de dicho año".La CEOE propone que el cálculo se haga a 31 de diciembre de 1983, tan pronto se constate oficialmente que se ha producido una desviación respecto al IPC (índice de precios al consumo) previsto, y añade que ello, teniendo en cuenta "las exclusiones que se pacten". La cláusula operará con efectos de 1 de enero de 1983, tomando como referencia las tablas utilizadas para realizar los aumentos salariales de ese año.
El pago, según esta propuesta, se haría en concepto de compensación indemnizatoria a lo largo de 1984, en la fecha y forma en que se pacten en cada caso. Esto, para los sindicatos, supone que las cantidades resultantes de la aplicación de dicha cláusula no formarían parte de la masa salarial.
En cuanto a las exclusiones que habría que realizar en el IPC a efectos de la cláusula de garantía, la CEOE plantea que, con el fin de no alentar procesos inflacionistas, se excluyan del índice de precios al consumo una serie de conceptos que habrán de ser objeto de pacto entre las partes.
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