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Polonia inicia una nueva etapa sin ley marcial

Después de 382 días de estado de guerra, Polonia ha vivido sus dos primeras jornadas sin ley marcial, aunque las fuerzas de seguridad no han regresado totalmente a sus cuarteles, y sin que hayan sido restablecidas completamente las libertades de sus ciudadanos.La ley marcial fue suspendida indefinidamente a medianoche del día 30, pero las autoridades están autorizadas para instaurarla de nuevo cuando lo crean oportuno. Aunque las telecomunicaciones con el exterior han sido restablecidas, la nueva etapa que se inició el -último día del año cotempla la permanente limitación de muchas libertades ciudadanas que sólo estaban suspendidas durante el imperio de la ley marcial, cuyo levantamiento definitivo ha quedado condicionado por las autoridades a la normalización de la vida económica y social.

Los trabajadores y estudiantes que participen en paros o huelgas podrán ser despedidos o expulsados de los centros docentes. Quienes promuevan o participen en manifestaciones de protesta pueden ser condenados a penas de hasta tres años de cárcel y quien sea despedido de su trabajo puede caer bajo la ley sobre parasitismo social.

El comienzo de este período transitorio ha cambiado muy poco la vida de los polacos, cuya principal preocupación es superar las dificultadas cotidianas, mientras las perspectivas económicas son poco halagüeñas.

El presidente del Consejo de Estado polaco (presidencia colegiada de Polonia), Henryk Jabionski, invitó a sus compatriotas a que "no oculten sus diferencias", pero sin sobrepasar las fronteras más alla de las cuales impera la anarquía".

En el tradicional mensaje de año nuevo, difundido por la radio y la televisión polacas, Jablonski trató de mostrarse conciliador cuando evocó la "ruptura" que se había producido en el país y "cuyos efectos no han podido ser superados todavía".

Pero cuando pidió a los polacos que "devolviesen todo su esplendor a la palabra tolerancia" resultaba evidente que no pensaba en la actitud de las autoridades con relación a la oposición, sino en los sentimientos de los ciudadanos respecto al poder comunista.

Por otra parte, glorificó las alianzas de Polonia, que constituyen el fundamento su posición en Europa y en el mundo, y contribuyen a la seguridad y la inviolabilidad de nuestras fronteras".

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