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Elecciones anticipadas en Portugal, posible salida a la crisis política

Portugal entra en el año nuevo con una nueva crisis. A la crisis económica que sufre desde hace años y a la gubernamental creada hace doce días por la dimisión del primer ministro, Francisco Pinto Balsemâo, se suma ahora la producida en la coalición en el poder, Alianza Democrática, por la renuncia del líder democristiano, Diego Freitas do Amaral.

Esta acumulación de crisis pone en serio peligro la existencia misma de la alianza gubernamental y podría obligar al presidente de la República, general Ramalho Eanes, a disolver el Parlamento y convocar elecciones legislativas anticipadas.La dimisión de Freitas do Amaral, de 41 años, el último líder histórico de la coalición de centro-derecha que ha gobernado Portugal durante los pasados tres años, supone para muchos, observadores el punto final de hecho de esta alianza, formada por el Partido Social Demócrata (PSD), el Centro Democrático y Social (CDS, democristiano) y el Partido Popular Monárquico (PPNI).

La oposición, y especialmente el partido socialista, se ha apresurado a pedir la convocatoria de nuevas elecciones. Para el dirigente del PSP Jaime Gama, esta "huida en desbandada" de los líderes de Alianza Democrática (AD) demuestra el "fracaso total" de su política.

El secretario general del Partido Socialista Portugués, Mario Soares, declaró, por su parte, a EL PAIS que "el presidente Eanes debería disolver la Asamblea de la República (Parlamento). Nosotros hace ya más de un año que estamos pidiendo la convocatoria de nuevas elecciones".

Al dimitir corno presidente del Centro Democrático y Social y de todos sus cargos políticos en el Gobierno y el Consejo de Estado, Freitas do Amaral indicó en una declaración escrita que, "en el fondo, esta Alianza Democrática ya no es la misma. Es otra versión, también legítima y posible, pero diferente de la que yo ayudé a crear".

Aunque Freitas añade que esta decisión no está tomada contra nadie, el momento elegido para dimitir pone en un grave aprieto a la coalición Alianza Democrática.

La dimisión de Freitas do Amaral coloca al borde de la ruptura a la coalición en el Gobierno en Portugal

La dimisión de Freitas coincidió el miércoles por la noche, con la celebración del Consejo Nacional del Partido Social Demócrata, el más importante de la alianza gubernamental, que estudiaba la designación hecha por el primer ministro dimisionario, Pinto Balsemâo, del ex ministro de Educación, Vitor Crespo, para ponerse al frente del Gobierno. Aunque la noticia del cese voluntario de Freitas cayó como una bomba en el hotel de Lisboa donde se reunía la dirección del PSD, los delegados acabaron aprobando disciplinadamente la designación de Crespo por 46 votos a favor, cinco nulos y lo que es también importante, ninguno en contra.La pelota está ahora en el campo del CDS, que todavía no ha dado su aprobación a Vitor Crespo, mientras que sí lo ha hecho tácitamente el pequeño Partido Popular Monárquico, restante miembro de la coalición.

La decisión de los democristianos de respaldar o no a Crespo como nuevo jefe del Ejecutivo será esencial en el desarrollo de esta crisis, y nadie duda de que si se deciden a dar el voto afirmativo, será a cambio de importantes concesiones políticas de cara al nuevo Gobierno, el tercero de Alianza Democrática y el noveno desde la entrada en vigor de la Constitución de 1976.

La decisión final está en manos del presidente Ramalho Eanes, quien señaló el otro día que podría disolver la Asamblea de la República y convocar nuevas elecciones en caso de que el proyecto de Gobierno que le presente la coalición con actual mayoría parlamentaria carezca de la solidez suficiente.

Eanes abre consultas

Eanes ha realizado ya, aunque antes de la inesperada dimisión de Freitas do Amaral, las consultas pertinentes con los partidos políticos que tienen representación parlamentaria, y se reunió por primera vez el miércoles con el Consejo de Estado, un órgano consultivo de la Presidencia que sustituye al recién disuelto Consejo de la Revolución, y que debe ser oído antes de que el presidente tome la decisión de disolver la Asamblea.

La cumbre que celebrarán los tres partidos integrantes de Alianza Democrática mañana, 1 de enero, será también clave para la solución de esta crisis. Rumores y especulaciones de todo tipo corren por una Lisboa semivacía a causa de las vacaciones navideñas.

Hay quien piensa que, pese a todo, Vitor Crespo formará Gobierno. Un Gobierno al que se dan sólo unos meses de vida, quizá hasta que se celebren los respectivos congresos de cada partido de Alianza Democrática, previstos para el próximo mes de marzo.

Otros dan como segura ya la fecha del 25 de abril, noveno aniversario de la revolución de los claveles que derribó a la dictadura de Sal zar-Caetano, para la celebración de elecciones generales. Y, por último, una parte importante de los observadores opina que las cosas se han deteriorado ya demasiado y que la situación sólo tiene una salida: la disolución inmediata del Parlamento y la llamada a las urnas de los ciudadanos portugueses.

Las recientes elecciones españolas están muy presentes estos días en el ánimo de la clase política de Portugal. Una bipolarización entre un gran partido conservador y otro progresista se da como probable en algunos medios políticos y periodísticos. El partido socialista ocuparía este último papel, mientras que el primero podría crearse a partir del Centro Democrático y Social, desligado por muerte natural de su alianza con los socialdemócratas y monárquicos.

Entre las hipótesis que se barajan tampoco falta, naturalmente, la de una coalición, pre o poselectoral, entre los socialistas de Mario Soares y el Partido Social Demócrata o, más bien, los sectores situados en la izquierda de éste.

Alianza, en peligro

En cualquier caso, nadie pronostica larga vida a la coalición Alianza Democrática, creada por Sa Carneiro y Freitas do Amaral en 1979 y que ha sufrido serios desgastes durante sus tres años en el poder, comenzando por la muerte en accidente aéreo de Sa Carneiro, en diciembre de 1980, y pasando por las duras medidas de austeridad económica adoptadas y por la reforma constitucional que suprimió la presencia de las fuerzas armadas en las instituciones de gobierno del país y recortó ampliamente los poderes del presidente de la República.

Por último, los resultados obtenidos en las elecciones municipales del pasado 12 de diciembre, en las que AD perdió un 5% de los votos, crearon las suficientes disensiones internas en la coalición y particularmente entre Freitas y Pinto Balsemâo, para producir la situación actual, que el semanario británico The Economist, ampliamente reproducido por la Prensa portuguesa, compara esta semana con el "suicidio" de la UCD española.

Silencio de Balsemâo

Mientras tanto, el primer ministro dimisionario, Francisco Pinto Balsemâo, guarda silencio sobre la decisión de Freitas y asegura, en una intervención televisiva, que AD no sufrió una derrota -como dice su principal compañero de coalición- en las elecciones municipales y que ha renunciado a la jefatura del Ejecutivo para dedicarse a trabajar en el partido y para "poner término a las traiciones" producidas en el seno del mismo.

En el Palacio de Belem, el presidente Eanes, que estuvo a punto de dimitir cuando se aprobó la reforma constitucional que recortó sus poderes y que aseguró hace poco más de un mes que sólo disolvería el Parlamento en caso de que estuviese en juego "el funcionamiento regular de las instituciones democráticas", medita sobre las únicas salidas posibles de esta crisis: convocar las elecciones generales ahora mismo o hacerlo antes de que acabe el próximo año.

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