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Un ministro socialista presentó la ofrenda de España al apóstol Santiago

Fernando Ledesma, ministro de Justicia, utilizó ayer en la catedral de Santiago la habitual fórmula retórica de invocación al apóstol para solicitar del patrón de España "paz, justicia y libertad", como conclusión de la primera ofrenda de este tipo que un miembro de un Gobierno socialista lee en Compostela en representación del Rey y en nombre de la nación.La ofrenda, acto central de las conmemoraciones que cada treinta de diciembre recuerdan el legendario traslado de los restos del apóstol desde Haifa a Santiago, originó un incidente protocolario entre el Gobierno central y el autónomo de Galicia, que gestionó inútilmente en los últimos días el nombramiento de su presidente, Gerardo Fernández Albor, como delegado regio en lugar del ministro.

La Xunta hizo constar su protesta delegando la representación en los actos en el vicepresidente, José Manuel Romay.

El ministro de Justicia, que había revistado a una compañía del Ejército en la plaza del Obradoiro como primer acto del programa, participó junto al arzobispo de Santiago, Angel Suquía, en la procesión mitrada por catedral, ciñéndose escrupulosamente al ritual litúrgico. El arzobispo se lo agradeció después, al constatar en su discurso de respuesta a la invocación del ministro la estima que le merecen "las nobles tradiciones religiosas".

Ante un auditorio del que formaban parte el delegado del Gobierno en Galicia, el presidente del Parlamento gallego, los capitanes generales de la VIII Región Militar y de la zona marítima del Cantábrico, y otras autoridades, Ledesma aludió a su carácter de delegado del Rey, "a quien hoy tengo el honor de representar como ministro del recién estrenado Gobierno español", para apoyarse en las líneas básicas del discurso real en la ofrenda al apóstol el pasado 25 de julio. Al igual que lo hiciera el Papa en su reciente visita a Santiago, Ledesma enfatizó el papel de las peregrinaciones a Compostela como elemento unificador de una Europa que, en palabras de Ledesma, "creó una civilización defensora de las libertades y de los derechos del hombre".

El ministro afirmó posteriormente su compromiso en favor de "la igualdad y la libertad de los españoles en el pluralismo que definen las normas fundamentales de nuestra convivencia", para concluir reclamando paz "porque sólo con ella es posible alcanzar la libertad; libertad, "porque sólo con ella es posible alcanzar la justicia; y justicia "porque sólo con ella es posible alcanzar la verdadera paz

El arzobispo Angel Suquía, que calificó de "tarea arriesgada, si se quiere, pero necesaria y abierta a la esperanza", la "nueva estructuración de nuestra configuración pública" en la que a su juicio estamos comprometidos ahora misino todos los españoles, aseguró la disposición de la Iglesia para "contribuir generosamente, desde la identidad de su propia fe, al bien común de la sociedad española".

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Fernando Ledesma presidirá hoy, como delegado regio, las solemnidades del cierre de la Puerta Santa de la catedral con las que termina oficialmente el Año Santo compostelano.

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