Miles de personas dijeron 'adiós' al poeta Arágon
Miles de personas acudieron ayer a la sede del Partido Comunista francés (PCF) para despedir a Louis Aragon, fallecido en París, el pasado viernes a la edad de 85 años. Una enorme fotografía del poeta desaparecido, con una bandera roja, otra francesa y crespones negros se hallaba dispuesta a la entrada del edificio del PCF. Junto al catafalco hacían guardia de honor militantes comunistas.
Jacques Attali, consejero privado de François Miterrand y Jean-Louis Bianco, secretario general del Eliseo, representaron al presidente de la República en la ceremonia a la que asistieron, entre otras personalidades del mundo político y artístico, el primer ministro, Pierre Mauroy, y varios miembros del Gobierno, la plana mayor comunista, la cantante y actriz Juliette Greco y el escritor Hervé Bazin, presidente de la Academia Goncourt.
El primer ministro, Pierre Mauroy, en una breve alocución dijo que "cuando muere un poeta, se lleva con él ese fuego que -él tan sólo- podía encender en nuestro interior". Mauroy subrayó el pasado militante de Aragon y cómo desde esta perspectiva había atravesado el período lleno de contradicciones que le tocó vivir.
También el secretario general del PCF, Georges Marchais, tuvo palabras de elogio y emocionado recuerdo para el poeta que fue enterrado junto a su compañera durante cuarenta años, Elsa Triolet, la inspiradora de uno de sus más bellos poemas, Los ojos de Elsa.