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6 nuevos asesinatos de la Mafia en Palermo en sólo 2 días

Juan Arias

El terrorismo político italiano, como es proverbial, depone las armas en las grandes festividades M año. La Mafia, no. Ni siquiera respeta la Navidad. Este año, en Palermo, el balance, entre los días 25 y 26 de diciembre, ha sido de seis muertos y un herido gravísimo. En tres emboscadas diferentes, pero que probablemente tienen un mismo origen, han sido acribillados a tiros seis ciudadanos, entre ellos dos jóvenes que no llegaban a veinte años.

Uno de estos atentados tuvo lugar, a sangre fría y a cara descubierta, en una famosa pizzería de la calle Artiglieri, en uno de los barrios residenciales de Palermo, sembrando el pánico entre la gente que es taba cenando tranquilamente. Las otras víctimas cayeron bajo el plomo de las armas cuando estaban entrando en su casa después de haber celebrado la Navidad con sus familias.Esta vez se ha tratado, al parecer, de una operación llamada transversal. Es decir, en la pugna entre las llamadas familias en auge y las familias en baja, no pudiendo golpear directamente al interesado, porque, fugitivo, se vengan transversalmente en sus parientes o conocidos.

Un ejemplo clásico es el de Giovanello Greco. La familia rival le está dando caza inútilmente desde hace un año. Pues bien, hace cinco meses, para obligarle a salir al descubierto, le mataron nada menos que al padre, a un tío y a otras doce personas entre familiares y amigos.

También esta vez, al parecer, no pudiendo golpear a Buscetta, de las familias Bontade y Inzerillo, que no son hoy perdedoras, se han vengado matando a Giuseppe Genova, yerno de Buscetta, que había sido el reciente heredero de toda la actividad del suegro desaparecido.

También, en la nueva matanza navideña, al parecer, el motivo último es el control del tráfico de droga en Palermo. Se trata de cientos de miles de millones de dólares, un tráfico intocable que quienes lo controlan no dudaron en eliminar al general de carabineros Carlo Alberto dalla Chiesa, a quien habían respetado -o no habían podido con él- hasta las Brigadas Rojas, a pesar de que fue el hombre que las desarticuló con sus infiltrados y sus arrepentidos.

Se trata, probablemente, de la misma fuerza, con carácter internacional, que empieza a hacerle la vida imposible al nuevo alto comisario sobre la Mafia, el sustituto de Dalla Chiesa, el gobernador Emanuele de Francesco. A pesar de haber obtenido lo que nunca había conseguido el asesinado Dalla Chiesa, es decir, plenos poderes de acción por parte del Gobierno, ya empieza a dar síntomas de cansancio y de aislamiento.

Y no se excluye que los seis muertos de esta Navidad sean también un nuevo aldabonazo de alerta al nuevo comisario. Y mientras tanto, aún no se ha acabado el año y el balance de las víctimas de la Mafia en Palermo son exactamente 198. Casi una guerra. Muchas de ellas por el sólo pecado de ser amigos o conocidos de algún mafioso. O bien por haber sido simples testigos ocasionales e inocentes de una ejecución sumaria. Y entre ellos había bastantes jóvenes que tenían entre doce y veinte años.

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