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Tribuna:TRIBUNA LIBRE
Tribuna
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El textil y el calzado, a la hora del cambio

La minusvaloración de los sectores industriales de bienes de consumo, de tan gran incidencia económica, ha ocasionado respuestas deficientes a la hora de plantearse su reconversión industrial. Así, tanto en el textil como en el calzado, el Gobierno de Unión de Centro Democrático (UCD) se dejó llevar por su vocación autoritaria y dictó sendos planes por decreto, que quedaron reducidos a un sistema de ayudas financieras y créditos a las empresas y a un aligeramiento de las formalidades del despido colectivo en ambos sectores, sin proponerse una profunda modernización industrial y su consiguiente adaptación a los requerimientos del mercado español y europeo. Como consecuencia de todo ello no se desarrolló una política de fomento de las exportaciones, ni de los abastecimientos de materias primas, ni se han tomado las medidas adecuadas para promover el desarrollo tecnológico español en la maquinaria textil (a ciertos niveles, envidiables ya ahora) y del calzado.El plan del calzado no se ha puesto en marcha a varios meses de su ordenación. El del textil, en cambio, lleva ya un año de vigencia y son varias las consecuencias que de su aplicación pueden sacarse. En primer lugar, la aportación del plan a la financiación del pasivo de las empresas, sobre todo algodoneras, ha sido importantísimo y viene a representar dieciséis céntimos por cada peseta invertida por el Estado en la reconversión textil

En segundo lugar, no hay prioridades, ni calendario, ni planificación por subsectores y, como consecuencia de ello, existe una acumulación de las ayudas en las grandes empresas y faltan en la pequeña y mediana empresa, como puede verse en el cuadro adjunto, que recoge la estructura del sector según el número de empleados.

Precisamente, es el tipo de empresa pequeña y mediana (el 88,23% del sector) el que encuentra enormes dificultades, tanto de orden técnico como financiero, para que pueda elaborar sus propios planes de reconversión y tenga acceso a los beneficios del plan de reconversión. Ese desfase se nota también en el reparto de incidencia entre los subsectores, ya que se puede apreciar que la confección y géneros de punto, sectores con más mano de obra y más próximos a la demanda final, son los que se reconvierten más lentamente.

Necesidad de una política nueva

Sin embargo, donde se aprecian con más claridad las deficiencias del plan textil es en el área de los intangibles: moda, diseño, comercialización, etcétera. Aquí, la influencia del plan es nula, dejando incumplido uno de los objetivos prioritarios que se enunciaron oportunamente: estimular la competitividad del textil internacionalmente.

Frente a este panorama es oportuno recalcar la importancia de la reconversión del textil y del calzado, injustamente olvidados por los tecnócratas, y asumir la defensa de una nueva política que se base en los siguientes puntos:

- Apertura de un proceso de negociación Gobierno- sindicato-patronal para el sector del, calzado, según la propuesta y estudio realizados en su día por mandato del Parlamento anterior.

- Política de apoyó a, las pequeñas y medianas empresas textiles para poner a su alcance los beneficios del plan. Creación, para, ello, de sociedades específicas.

- Creación de organismos específicos para el desarrollo de la moda y el diseño. Apoyo a la tecnología de empresas españolas de maquinaria e impulsarlas por medio de los entes apropiados.

- Participación de las centrales, sindicales en las negociaciones; (las patronales lo hacen dé una u otra manera) sobre la integración en la CEE.

- Negociación tripartita para establecer un calendario que contemple la reconversión subsectorialmente (algodón, lana, confección, etcétera). Ello permitiría establecer prioridades y objetivos diferenciados y globalmente coherentes.

- Actualización de los presupuestos estatales sobre la reconversión textil y establecimiento de uno específico para el calzado.

- Modificar los procedimientos de los planes para asegurar una participación y control efectivos por parte de la patronal y de las centrales sindicales.

Raúl M. Castro y Fernando Balcells son miembros de la Comisión de Seguimiento del Plan de Reconversión Textil y de la comisión ejecutiva de la Federación Textil-Piel de UGT.

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