La CEOE desea una negociación por debajo de la inflación y en base a la jornada laboral

"Según estimaciones suficientemente fiables elaboradas por la propia Administración, la reducción de la jornada de trabajo a cuarenta horas semanales supone -si se retribuye el mismo salario que antes- un aumento de 3,5 puntos en términos reales por término medio", manifestó José María Cuevas, secretario general de la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE).

José María Cuevas, que realizó estas declaraciones en el transcurso de una conferencia de Prensa, explicó la posición de la patronal ante las negociaciones que mantendrán a partir del lunes próximo con las centrales sindicales para la negociación colectiva de 1983. En opinión de la patronal, cualquier objetivo de revisión salarial tiene que contar con este aspecto si se quieren mantener los criterios de competitividad industrial frente a terceros países.Carlos Ferrer Salat, presidente de CEOE, que fue quien convocó una reunión extraordinaria de la junta directiva de la misma para tratar exclusivamente de las negociaciones con las centrales sindicales, declaró que todo criterio adoptado por la CEOE debe contemplarse enmarcado dentro de una política tendente a conseguir en 1983 la creación de empleo, una moderación de la inflación y un crecimiento del producto interior bruto consecuencia de una mayor inversión y un crecimiento de la exportación de artículos españoles. Para ello, según Ferrer Salat, se necesita lograr un sector público más competitivo y un conjunto empresarial que también lo sea.

En opinión de Ferrer Salat, si durante los años anteriores se han venido discutiendo todos los temas laborales y sindicales que han estado en candelero, lo normal sería que en este año se continuara con la misma tradición y que no fuera limitada al estricto ámbito salarial. En cualquier caso, parece que este año los costes salariales de las empresas en sus tres vertientes: incremento de los mismos, jornada laboral y posible revisión si ésta se hace necesaria al fallar las previsiones sobre aumento del coste de la vida, serán el tema central de negociación.

Respecto a estos tres temas, Carlos Ferrer declaró que la CEOE propone que el incremento salarial se sitúe dos o tres puntos por debajo de la inflación prevista, como se recogía en el documento aprobado por el comité ejecutivo de la, organización, y que, en cualquier caso, cualquier reducción de jornada que pueda ser aprobada por decisión gubernamental debe tener una traducción igual en el nivel de salarios pagados, ya que, de otra forma ello, significaría aumentar los salarios reales por encima de lo previsto.

Revisión salarial

Rafael Termes, presidente de la patronal bancaria que también se hallaba presente en la conferencia de Prensa, manifestó que no eran verdaderas las declaraciones que se hacían acerca de que una reducción de la jornada laboral fomentaba el empleo: "Si hay que hacer sacrificios, hay que hacerlos enteros; no vale declarar que el sacrificio consiste en trabajar menos ganando lo mismo".Sobre la revisión salarial que, en principio, debe acompañar a toda negociación colectiva como cláusula de salvaguardia para el caso de que los precios crezcan por encima de los previsto, la CEOE mantiene que en 1982 dicha revisión ha tenido efectos muy perjudiciales y que, de haberla, tiene que hacerse con carácter anual y una vez que se tengan todos los datos sobre el comportamiento de los precios a finales de 1983. Ello significa revisar los sueldos y salarios en febrero de 1984.

Justo Fernández, responsable máximo de UGT en el sector bancario -el que aparece como más interesado en una toma de posición firme respecto a la revisión salarial- ha declarado al respecto que el comité confederal de la UGT se reafirmó en su última reunión en que la revisión salarial debe hacerse con carácter semestral como condición ineludible. Para el dirigente sindical, la propuesta de negociación salarial anunciada por la AEB y aceptada por CEOE en su junta directiva es una "provocación al Gobierno".