¿Tú también, Bruto?
Motivan estas líneas unas afirmaciones hechas en el número 2.088 de ese diario. Según leo en la crónica enviada desde México por Jesús Ceberio, al cesar el señor López Portillo como presidente de esa nación dijo que se iba "con las manos limpias de sangre y de dinero". Y ahora resulta que eso no es cierto, porque, según he seguido leyendo, "4.000 millones de pesos (mexicanos, claro está, pero es enorme esa suma dado el desastroso estado económico de aquel país) costó al Tesoro público el palacio-fortaleza, junto a la carretera de Tolunca", donde el cesado ex mandamás o mandatario, "se dejará crecer la barba (supongo que a lo Fidel, su admirado y apoyado cuate) y se dedicará a pintar o escribir".Pero hay algo, si cabe, más grave: el pobre peladito, siempre ex plotado -antes del y con el PRI- acaba de enterarse que su país su fre la mayor crisis de su historia"; y otra cosa que deja mal parado al ex presidente, tan justamente aplaudido cuando denunciaba lo que acaecia en el Cono Sur del continente. Pues ahora resulta que bajo su Gobierno en México "han desaparecido presos políticos". Escribe el señor Ceberio, corres ponsal de EL PAIS, que "las familias de las víctimas exhiben una lista de seiscientos nombres y se han declarado en huelga de hambre ante la catedral de México, en los aledaños del palacio Nacional". Como en Buenos Aires o en San tiago de Chile, etcétera, ¿verdad Gabo García Márquez, que, por cierto, nada ha dicho sobre el par ticular, pese a que vive en la capital federal y dado que está siempre (?) bien informado?
Resumiendo: hay que recordarle al ex presidente aquello de "¿Tú también, Bruto?". Y al Premio Nobel de Literatura de 1982 que abra los ojos y los oídos y se entere que en México y en Cuba suceden cosas similares a las que ocurren (todas condenables) en Buenos Aires, en Santiago, en Montevideo o en San Salvador. /
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