El montador Alvaro de la Huerta regresa de Holliwood para trabajar con Bigas Luna
Con el nombre de Cosmo Harris, ha trabajado con Wenders y Ford Coppola
Cosmo Harris es el nombre tras el que vive un español, Alvaro de la Huerta, emigrado a Hollywood, que ha vuelto a Barcelona para rodar una película con Bigas Luna. De la Huerta-Harris habla de su trabajo, de lo duro que es Hollywood, de lo que enseña, de las listas de espera Ha trabajado, entre otros directores, con Wenders y Coppola.
Estamos habituados a que nos hablen de la fuga de cerebros, a rasgarnos las vestiduras cada vez que un científico español triunfa en el extranjero., Pero la fuga no sólo afecta a la investigación de punta. Ese es el caso de Alvaro de la Huerta, conocido como Cosmo Harris, montador y guionista cinematográfico. "Yo marché en 1974, después de trabajar en varias producciones extranjeras rodadas en España. Los primeros pasos en Estados Unidos fueron muy difíciles, pero me sirvieron para aprender el oficio. Hollywood puede ser poco acogedor, pero te enseña a valorar el proflesionalismo". De entrada, tuvo que conformarse con ser auxiliar de montaje, en producciones independientes.Alvaro de la Huerta nació en Algeciras, hace treinta años. Está casado con una, californiana, con la que tiene un hijo. Ahora ha vuelto para trabajar como guionista de la próxima película de Bigas Luna. "A Bigas le conocí colaborando en Reborn, que, por cierto, ahora se estrena en EE UU". En España, la extraña historia de predicadore de nuevas religiones, protagoniza da por Denis Hooper, aún no ha encontrado distribuidor. "Es una película difícil. Precisamente es lo que me gusta de ella, que es un proyecto arriesgado. Además, con Bigas Luna trabajé muy a gusto, y el equipo era espléndido: estaban Juan Antonio Anchia (un director de fotografía, también español, afincado en Hollywood y que hace poco terminó Valentina),y Jaume Peracaula, como cámara..."
Alvaro de la Huerta ha montado películas de Roger Corman como Bloody mama; éxitos internacionales, como Viernes 13, y es el responsable de la versión americana de Relámpago sobre agua, de Wim Wenders. El montaje de este último título se realizó en los estudios Zootrope, mientras Wenders dirigía Hammet, la película que tantos enfrentamientos le ha costado con Ford Coppola. "En Américanos directores, excepto en muy contadas ocasiones, no tienen derecho a controlar la versión definitiva. Quien decide es el productor, y el montaje está a su servicio. Francis Ford Coppola puede que a veces se equivoque, pero es una persona que derrocha talento, que no para de dar ideas. One from the heart ha arruinado sus planes, pero, estoy convencido de que. volverá a intentar algo semejante a Zootrope".
Pero De la Huerta no se ha con formado con hacerse un nombre como montador, sino que intenta abrirse paso como guionista. La televisión ha comprado alguno de sus trabajos, y ahora ha acabado una historia de suspense, de corte internacional. Es el clásico triángulo, con algunas variantes: un hombre mayor casado con una chica joven. La llegada de un forastero hará estallar la situación, ya que él conoce detalles del pasado que los protagonistas preferían ocultar".
Las ventajas del vídeo
Para un profesional, las innovaciones tecnológicas son un tema obligado: "Poder montar con vídeo tiene muchas ventajas de comodidad y rapidez. Puedes utilizar ordenadores, programar el montaje y dejar que la rutina manual la haga la máquina. Lo que me, parece horroroso del vídeo es el rodaje. La calidad de imagen, sobre todo en exteriores, es bajísima". Pero el futuro pasa por la televisión, por una pequeña pantalla que se alimenta del cine, de las historias bien contadas rodadas con soporte fotográfico. "El cine no muere. Lo que cambia es la forma de venderlo. En Estados Unidos, lo verdaderamente importante es la televisión por cable, que no tiene ni censura ni publicidad. Las otras emisoras, las grandes cadenas comerciales, ofrecen programas muy malos, peores que los de aquí, mucho más puritanos y estúpidos. El inconveniente del cable es que sólo es rentable en las grandes aglomeraciones urbanas. En Estados poco poblados no sale a cuenta hacer las instalación".El guión que ha acabado con Bigas es una manera de reintegrarse al país, aunque "nii ideal sería trabajar seis meses en España y seis meses en Estados Unidos. Los profesionales, el cine español, tíenen que salir fuera, darse a conocer internacionalmente". El deseo parece dificil de convertirse en realidad, aunque películas como Bilbao o Bodas de sangre han conocido una buena carrera comercial en Estados Unidos. Son casos extraordinarios. Esperemos que el triángulo con suspense quepreparan repita éxito y que el misterio que envuelve la historia se desvele satisfactoriamente.
Babelia
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