La crisis mexicana no pondrá en peligro la participación de Pemex en Petronor

Las actuales dificultades financieras de México no pondrán en peligro la participación de Pemex en Petronor, según declaró ayer, tras el consejo de administración que hace el número cien en la historia de la refinería, su presidente, José Miguel de la Rica. Entre los planes a largo plazo de Petronor figura la introducción de la empresa en la red secundaria de distribución, es decir, en las gasolineras.Petronor sigue dando beneficios. Pese a la reducción de un 15% en la cuota de adquisición por parte del monopolio de petróleos, la empresa vizcaína obtendrá a fines del presente ejercicio unos 2.600 millones de pesetas de beneficios. Ello ha sido posible gracias al incremento de las exportaciones (1.200.000 toneladas, principalmente de fuel, fueron dirigidas en 1982 al mercado exterior) y a que una cantidad similar fue procesada con destino a terceros. De esta manera se han compensado con creces -los beneficios en 1981 fueron de 1.965.000 millones de pesetas- los efectos de la reducción de cuota estipulada en el Plan Nacional de Combustibles. La nueva reducción prevista para 1983 (del 7%), que compensará por la misma vía, incrementará en 300.000 toneladas tanto las exportaciones como el procesamiento para el mercado interior.

El presidente del consejo desmintió que entre los planes de la empresa figure la entrada en el campo de la petroquímica -en crisis mundial de sobreproduccion, según De la Rica-, pero anunció en cambio planes a largo plazo (en el horizonte del final de la década) para la creación de una planta de disolventes y otra de MTB (gasolinas sin contenido de plomo). También fijó para enero de 1985 la entrada en funcionamiento de la planta de unidad de conversión (FCC) y, sobre todo, la intención de Petronor de introducirse en el campo de la distribución de carburantes para el consumo particular.

José Miguel de la Rica aventuró la fecha de 1987 (que coincidiría, aunque esto no lo dijo, con la entrada en funciones del Gobierno que resultase de las próximas elecciones legislativas) como horizonte de la eventual desmonopolización de la distribución de carburantes y avanzó, en esa perspectiva, la intención de Petronor de rentabilizar su infraestructura de transporte mediante la entrada en el sector de las gasolineras a base de contrataciones de suministro -y no adquisición de instalaciones- tanto en España como en el sur de Francia.