"Yo diría que torturar es muy vasco", afirma el director del Instituto Vasco de Criminología

"Hay que acabar con la tortura, incluso psicológica. A la vez, hay que entender que es muy humano el torturar; incluso yo diría que es muy vasco", señaló ayer el director del Instituto Vasco de Criminología, Antonio Beristain en la primera jornada del seminario internacional sobre policía que se desarrolla en Vitoria. El presidente de la Sociedad Internacional de Policía, Denis Szabo y el doctor en Derecho Manuel Balbé fueron los otros dos ponentes ayer en el seminario, organizado por el ayuntamiento alavés en colaboración con el Gobierno vasco y las universidades de la comunidad autónoma y de la localidad francesa de Pau.

Ante 250 personas, el director de la Sociedad Internacional de Policía, Denis Szabo, insistió en la necesidad de fortalecer las obligaciones policiales que prevén la protección social contra las iniciativas criminales y respetar la libertad humana a la vez que insistía en la conveniencia de profesionalizar el cuerpo.

Por su parte, el doctor Manuel Balbé puso especial énfasis en la conveniencia de desmilitarizar el cuerpo de policía en una sociedad civil. La articulación del aparato policial del Estado con las administraciones autónomas y sus policías locales fue uno de los puntos centrales del discurso del conferenciante. "Es preciso establecer una estrecha colaboración con los alcaldes, reforzar su figura y su papel en el territorio correspondiente en materia de seguridad. La administración central debe poner punto final a la desconfianza hacia los representantes más directos de los ciudadanos".

Intervención insólita

Pero la intervención más insólita fue la del director del Instituto Vasco de Criminología, el catedrático y jesuita Antonio Beristain, que tuvo que realizar verdaderos encajes de bolillos para explicar la contradicción existente entre la esencia violenta de la idiosincrasia vasca y el pacifismo exhibido incansablemente por los políticos.Al referirse a la tortura Antonio Beristain parafraseó al escritor José Artetxe para señalar que "el pueblo vasco es fiero, abogador de la fuerza, un poco paganoide, inteligente pero sin flexibilidad. Es muy primitivo". En este sentido el jurista hizo especial hincapié en la necesidad de "acabar con esto tan nuestro". El odio al delito y el amor al delincuente fue uno de los principales mensajes que dirigió Antonio Beristain. En este sentido, realizó una llamada pública a los policías en su deber "de investigar y estudiar", para poder ser eficaces y democráticos "y vencer las tentaciones tajantes de la tortura y la corrupción".

Representantes de ayuntamientos de varios puntos de España, delegados de la policía municipal de todo el País Vasco, jefes y mandos intermedios de la academia de la policía autónoma, guardias civiles, policía nacional, expertos en materia de criminología y 44 representantes de la Generalitat de Cataluña componen el grueso de los 250 asistentes que se han dado cita en Vitoria para debatir, durante toda la semana, la función de la policía en una sociedad democrática.