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Regresan los dos cosmonautas soviéticos que permanecieron 212 días en el espacio

Los cosmonautas soviéticos Valentín Lebedev y Anatoly Berezovoi regresaron a la Tierra a las 19,03 horas de ayer, culminando de este modo el vuelo espacial tripulado más prolongado de la Historia, anunció Radio Moscú. Los dos cosmonautas han pasado 212 días a bordo de la estación orbital Salyut-7.

El director del vuelo, el cosmonauta Valery Rioumin, había declarado el martes que a causa de la larga duración del vuelo espacial el punto de aterrizaje iba a ser escogido con "un cuidado especial". Antes de abandonar la estación orbital los cosmonautas la habían programado para que pueda proseguir el vuelo de forma automática.

El vuelo arroja un impresionante balance desde el punto de vista científico y técnico, pero también, según fuentes norteamericanas, en el terreno militar, especialmente por lo que se refiere a la puesta a punto de armamento antisatélite.

Los cosmonautas han recibido a bordo dos grupos de visitantes, durante una semana cada han descargado 7.600 kilogramos de mercancías, de los que 2.800 kilos eran combustibles, que les llevaron sucesivamente cuatro camiones han efectuado una salida de más de dos horas al espacio abierto, ensayando un nuevo tipo de escafandra, y han lanzado el satélite Iskra 3 para comunicación entre radioaficionados.

En el terreno científico, la cosecha resulta muy abundante. Se han tomado cerca de un millar de clichés de estrellas, constelaciones y radioemisores, para lo que se han empleado instrumentos franceses de los tipos Piramig y PCN.

Rayos láser, nueva artillería espacial

La observación de la Tierra y la fotografía de amplias regiones ocuparon una parte importante del tiempo de los cosmonautas, que obtuvieron cerca de 30.000 clichés. Gracias a un nuevo sistema de navegación, los cosmonautas pudieron orientar sus cámaras hacia territorios situados a dos mil kilómetros de de las zonas sobrevoladas.En el terreno militar, siempre según fuentes norteamericanas, los dos cosmonautas soviéticos efectuaron algunas experiencias de destrucción de blancos espaciales mediante rayos láser y detección del lanzamiento de cohetes balísticos con ayuda de telescopios de rayos infrarrojos.

Finalmente, desde el punto de vista médico este tercer vuelo de larga duración ha confirmado que el hombre puede vivir más de medio año en ingravidez, sometido a dosis de radiaciones superiores a las que se reciben generalmente en tierra firme, aunque también es verdad que todo el vuelo se ha desarrollado durante un periodo de sol tranquilo. En caso de explosión solar peligrosa, los soviéticos disponían de la posibilidad de recuperar a los cosmonautas en dos días, antes de que las radiaciones alcanzaran la estación espacial.

El problema en los vuelos espaciales prolongados no es tanto la adaptación a la ingravidez como la readaptación a la gravedad terrestre. Los cosmonautas deben dedicar dos horas todos los días a la gimnasia, para hacer trabajar los músculos y el corazón, y usar de vez en cuando un traje especial.

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