_
_
_
_
Cartas al director
Opinión de un lector sobre una información publicada por el diario o un hecho noticioso. Dirigidas al director del diario y seleccionadas y editadas por el equipo de opinión

AIcalá-Zamora y la masonería

En la sección cultural de ese diario correspondiente al 22 de noviembre, se da cuenta de una obra del señor Colom acerca de la masonería, y en dicha información figura un párrafo relativo a mi padre, que por ser absolutamente inexacto he de rectificar. A tenor del mismo, en el abecedario de personajes vinculados con aquélla "aparecen desde Dante a Niceto Alcalá-Zamora, denunciado por José María Gil-Robles".Puedo asegurarle, y lo comprobará por la categórica refutación que en mayo de 1977 remití al respecto al periódico de Barcelona Tele l Exprés y de la que le adjunto fotocopia, para no alargar esta réplica, que mi padre jamás perteneció a la masonería ni tuvo nunca el más remoto propósito de incorporarse a eíla.

En cuanto a que la denuncia provenga de Gil-Robles no me sorprendería que así hubiese sucedido, dada la animosidad que sentía hacia mi padre, manifestada en numerosos episodios que espero relatar algún día y que se hizo patente casi treinta años después del fallecimiento de mi progenitor, en 1949, o sea, cuando en 1977 vieron la luz sus Memorias. Con tal motivo, en una entrevista a Blanco y Negro no vaciló en insinuar que eran apócrifas. Ante semejante desatino, en réplica que envié a dicho semanario y que éste publicó el 7 de junio del citado año, lo emplacé para que: a) aportase pruebas irrefutables de su temeraria afirmación; b) se retractase sin reticencias ni reservas, o c) desmintiese en ese punto al periodista que le había interrogado. Huelga decir que se murió sin acogerse a ninguna de las tres salidas que le brindaba. No me extrañaría, pues, que, como asegura Colom, hubiese sido él el denunciante de marras y que lo hubiese hecho cuando mi padre, perseguido implacablemente por el franquismo, vivía exiliado en modestísimas condiciones; porque, desde luego, antes del fatídico 18 de julio de 1936, a cuyo advenimiento tanto contribuyó Gil-Robles desde su puesto de ministro de Defensa de la República (me atengo a lo que él mismo declara en sus Memorias), no lo hizo. /

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_