LIBORIO HIERRO

El segundo cargo en importancia en este Ministerio está ocupado, por el contrario, por un hombre de largo historial, tanto judicial como político. Se trata del magistrado Francisco Huet García, cuyas actividades fueron objeto de investigaciones, por parte de la policía, en 1980, junto con otros jueces y Fiscales de Justicia Democrática. Antes, y precisamente por un artículo publicado en EL PAÍS en el que recordaba que "todo poder emana del pueblo y la justicia que se hace es la suya" recibió amenazas de muerte, que Huet denunció al Juzgado de guardia. Fue asimismo muy criticado desde las páginas del diario ultraderechista El Alcazar por el citado artículo.

Juan José Martínez Zato, fiscal de la Audiencia de Madrid, y también perteneciente a Justicia Democrática, es un experto en la situación de los presos preventivos, uno de los principales problemas que sufre la población penitenciaria española.

Nació en 1914 en Zaragoza, es químico, ejerce de escritor especializado en temas teológicos y religiosos y ha sido durante unos años; presidente de la Confederación de la Pequeña y Mediana Empresa (COPYME), desde junio de 1978 hasta noviembre de un año después, puesto del que cesó a petición propia. Cuando abandonó este cargo, Miret Magdalena hizo, entre otras, las seguinetes declaraciones: "No reco mendaría a ningún humanista que en trara en el mundo empresarial"; "El empresario español no es tan malo como creemos", y "Las centrales sindicales, sólo palabras. A la hora de la verdad se olvidan de las pequeñas em presas". Previamerite, en su juventud, presidió la Unión Nacional de Graduados de acción Católica, fundó la cátedra Pio XII y fue invitado a varias sesiones del concilio Vaticano II. Colaborador durante 21 años en la desaparecida revista Triunfo, Miret está considerado como un intelectual católico de izquierdas.