La dramática situación económica europea

La situación económica social de los países de la Comunidad Económica Europea se hace cada vez más dramática. Las cifras hablan por sí mismas: en 1983, el aumento del producto interior bruto será modesto, vecino a cero; los parados llegarán a trece millones, cerca del 11,5% de la población activa. El promedio de la inflación no será muy elevado, pero, por contraste, el balance de las cuentas con el exterior será deficitario.Esta es la realidad con la que se han debido enfrentar los jefes de Gobierno del Mercado Común en su reunión de Copenhague. Todos se han manifestado muy preocupados, pero sus intervenciones sólo han servido para justificar las posiciones nacionales ante la crisis. Ha faltado la chispa europea, esa especie de sello comunitario que podría servir para superar mejor la crisis y proporcionar a Europa un verdadero protagonismo. ( ... ) El examen de la situación económica y social de la CEE ha terminado por dilatar la discusión sobre las nuevas adhesiones, las de España y Portugal, cuyas demandas de incorporación a la Comunidad datan de 1977. Italia y Francia han reafirmado su voluntad política a favor de la ampliación de la Comunidad, pero han recordado que las nuevas adhesiones se traducirían en un colosal fracaso si no fuesen precedidas por los necesarios ajustes técnicos y financieros de la CEE. (...)

4 de diciembre