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Solicitado un expediente de regulación temporal de empleo en el mayor centro de rehabilitación de accidentes laborales

La Junta Rectora del Centro Mutual para la Rehabilitación de Accidentados de Trabajo (CRAT), la mayor institución de estas características de España, ha anunciado a los delegados del personal del centro la presentación de un expediente de regulación de empleo para suspender sus actividades durante un período de seis meses. El centro está ubicado, en Sant Cugat del Vallés (Barcelona), cuenta con una superficie de 25.000 metros cuadrados y está considerado como uno de los más importantes de Europa. En el régimen de condominio de la institución participan 45 mutuas patronales de Cataluña, que cubren el riesgo de accidentes laborales a más de 1.500.000 trabajadores.

Durante las negociaciones previas a la presentación del expediente de crisis ante la Dirección Provincial de Trabajo de Barcelona, la representación del centro ha mantenido frente a los trabajadores la existencia de un déficit de 75 millones de pesetas en 1981. Esta cifra, progresiva desde los últimos años, y el bajo índice de utilización de las instalaciones habrían conducido, según la memoria explicativa de la dirección del centro, a la decisión de suspender los contratos de trabajo y las actividades de la institución. Al no haberse llegado a un acuerdo en las negociaciones previas a la presentación del expediente, la dirección del centro instará la solicitud en los próximos días.El Centro Mutual para la Rehabilitación de Accidentados de Trabajo fue creado en 1974 con la participación de las principales Mutuas patronales de Cataluña y Baleares. En su financiación participan, desde la aprobación de la Junta Rectora en 1969, las cuotas patronales que por el concepto de accidentes de trabajo ingresan las empresas asociadas a las 45 Mutuas.

200.000 empresas

El riesgo de accidentes cubierto por estas sociedades, según una memoria de 1976, alcanzaba a 200.000 empresas y a 1.500.000 trabajadores. En el mismo año, las Mutuas enviaron al CRAT sólo 105 accidentados de trabajo para su rehabilitación profesional. En conjunto, los accidentes de trabajo sufridos entre las plantillas de las empresas protegidas ascendió, en aquella fecha, a 3.600 declaraciones de incapacidad total y cuatrocientos expedientes de invalidez absoluta. En 1981, únicamente cincuenta alumnos fueron inscritos en los cursos de rehabilitación profesional impartidos en el CRAT.El centro ocupa un solar de quince hectáreas en el término municipal de Sant Cugat del Vallés (Barcelona). Dispone de instalaciones completas de recuperación funcional,, gimnasio y piscina cubierta. Entre el personal especializado, compuesto por una plantilla de 41 personas, figuran un médico rehabilitador, un psicólogo y un asistente social. En los talleres, que ocupan una superficie de 4.000 metros cuadrados, se imparte formación profesional en las especialidades de encuadernador, reparador de calzado, carpintería, soldadura, electricidad industrial, electrónica y delineación.

Una residencia de cuatro plantas y ochenta plazas, para hombres y mujeres, completa las dotaciones del centro, que está considerado como Ipionero en su especialidad. Entre los trabajadores minusválidos que han utilizado sus servicios, los educadores sitúan en un porcentaje superior al 35% los que se han insertado profesionalmente en el mundo del trabajo, tras la reconversión posterior al accidente laboral sufrido.

La representición de Comisiones Obreras de Cataluña en la comisión provincial del Instituto Nacional de la Seguridad Social formuló la pasada semana una pregunta al director provincial de Trabajo sobre la continuidad del CRAT. Las razones contrarias al cierre del centro, alegadas por CC OO de Cataluña, tienen su origen en la función social rehabilitadora que éste debería cumplir. El hecho de que el patrimonio de la institución, el presupuesto y la financiación procedan del 80% del excedente obtenido por las Mutuas patronales de las cuotas empresariales por concepto de accidentes de trabajo completan la argumentación de la central sindical respecto al origen y función pública del CRA.

Temor a la privatización

Fuentes de CC OO señalaron su temor de que la iniciativa de la Junta Rectora estuviera relacionada con la posibilidad de privatizar las instalaciones y cesar por completo la rehabilitación profesional de los accidentados de trabajo. El centro está situado en las proximidades del Hospital General de Cataluña, de propiedad particular, y a escasos metros de la escuela Viaró, propiedad del Opus Dei.Entre los argumentos contrarios al cierre del centro, un informe de los delegados del personal afirma que "las Mutuas patronales que construyeron el centro son las responsables de su bajo nivel de ocupación, al no haber enviado a la institución a los beneficiarios de las prestaciones de recuperación profesional". El mismo documento señala que durante los nueve años de funcionamiento del CRAT ha habido diecisiete Mutuas que no han enviado ningún accidentado al centro y siete entidades patronales que no remitieron un solo expediente. Paralelamente, el informe manifiesta la obligatoriedad de las Mutuas de llevar a cabo las prestaciones de recuperación profesional.

Las cifras señalan que las organizaciones mutuales reconocieron el derecho a estas prestaciones a sólo un 3% de los accidentados de trabajo con declaración de incapacidad total. Respecto al déficit económico, el informe manifiesta que la financiación del centro se efectúa por coeficientes de participación asignados a las Mutuas que rigen la institución, en cuyos balances no se advierte el mismo déficit. En conjunto, las Mutuas asociadas en el CRAT ingresaron en 1980 33.489.000 millones de pesetas. En el primer semestre de 1982 se produjeron en España 258.197 accidentes laborales leves y 6.055 graves.

La recaudación de cuotas por accidentes de trabajo de ASEPEYO, la primera en su especialidad, ascendió en 1980 a 11.000 millones de pesetas. Por el mismo concepto, y en este período, la Mutua General ingresó 5.000 millones de pesetas y la Mutua Metalúrgica de Barcelona, 2.800 millones.

La función de rehabilitación profesional que las Mutuas asociadas desarrollan en el CRAT, según fuentes sindicales, es una de las actividades a que éstas vienen obligadas legalmente en su papel de entidades colaboradoras de la Seguridad Social.

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