El Parlamento de Cataluña insiste en que debe estar representado por siete senadores

La Junta de Portavoces del Parlamento catalán acordó ayer ratificar el acuerdo adoptado en la sesión plenaria del pasado 22 de noviembre de que deben ser siete los senadores que representen a la comunidad autónoma de Cataluña en la Cámara Alta, en lugar de seis como defiende la Mesa del Senado aduciendo un descenso en el censo de población. La Junta de Portavoces tuvo conocimiento de la carta remitida por el presidente del Senado José Federico de Carvajal, al del Parlamento catalán Heribert Barrera notificándole que la documentación de los siete senadores quedaba congelada.El escrito de la mesa del Senado señala que los siete senadores elegidos por el Parlament -Pere PiSunyer y Jordi Escoda (CiU), Josep Andreu Abelló y Joan Codina (PSC), Víctor Torres (ERC), Pere Portabella (PSUC) y Antón Cañellas (CC-UCD)- "están pendientes de acabar su proceso de perfeccionamiento como senadores". Esta fórmula congela sine die el reconocimiento, por parte de la Mesa del Senado, de su categoría de parlamentarios de la Cámara Alta.

La Junta de Portavoces volverá reunirse de nuevo el próximo martes día 7 para analizar posibles vías de solución al contencioso planteado entre las dos instituciones. Portavoces oficiales del Parlamento catalán insistieron ayer en la voluntad de no generar, en estos momentos, un conflicto entre ambas cámaras por la diferente interpretación que hacen del texto constitucional las mesas del Senado y del Parlament.

El plazo de siete días que se concede la Junta de Portavoces para adoptar una decisión definitiva no tiene otro significado que intentar buscar una salida jurídica, técnica o política que permita conservar los siete senadores que representaron a la Generalitat durante la legislatura pasada, cosa hoy por hoy muy difícil.

Los vacios legales que tiene la Constitución en relación con este tema parecen jugar en contra de la postura que defiende el Parlamento catalán. Ni el Senado puede impugnar ante el Tribunal Constitucional la decisión del Parlamento catalán, ni a la inversa.

Portavoces oficiosos del Parlament manifestaron ayer a EL PAÍS que la solución más viable era aceptar temporalmente la decisión del Senado, si esta institución no se retracta durante la próxima semana, y que uno de los senadores elegidos por la Cámara catalana hagan efectiva su dimisión. Simultaneamente este senador -Pere Pi Sunyer o Jordi Escoda- presentaría un recurso de alzada ante el Tribunal Constitucional. Si este organismo le diera la razón, los parlamentarios catalanes se volverían a reunir para elegirle nuevamente. Mientras tanto los seis senadores habrían podido ejercer sus funciones durante los meses que tarde en pronunciarse el alto tribunal.