Exámenes del MIR

Como se sabe, la única oportunidad de aprender a ejercer su profesión con dignidad que tienen los licenciados de medicina en este país es a través del examen MIR (médicos internos residentes). No es ninguna panacea: aproximadamente 60.000 pesetas mensuales durante tres a cinco años, por un trabajo hospitalario que al menos proporciona la práctica que durante la carrera no se ha podido obtener. No es ninguna panacea, pero este año 20.000 médicos han opositado para conseguir alguna de las codiciadas 1.800 plazas ofertadas.Todos los años el examen transcurre entre sorpresas y vicisitudes sin cuento: filtración del examen (1981), copie masivo (Pamplona, 1981), examen al ritmo de Alaska y los Pegamoides (Madrid, facultad de Caminos, 1982), y siempre la irracionalidad general que preside un cuestionario de 250 preguntas que ni superespecialistas saben responder.

Concretamente, cada pregunta tiene una sola respuesta válida, a elegir entre cinco alternativas. Este año, aproximadamente en un 20% del examen, las preguntas válidas podían ser todas, varias o ninguna. Por primera vez en la historia de este examen el Ministerio de Sanidad ha facilitado las contestaciones consideradas válidas por el tribunal.

¿Podrán nuestros héroes convencer a la eminencia oculta de que el caballo blanco de Santiago es precisamente de este color? ¿Tendrán la suficiente fuerza para que se anulen las preguntas y respuestas erróneas? Sólo el destino lo sabe, señor director. /