Ballesteros, citado por la justicia francesa para testificar sobre el atentado del bar Hendayés

El director del Mando Unico para la Lucha Contraterrorista (MULC), Manuel Ballesteros, ha sido citado para testificar el 7 de enero próximo, en Bayona, en la investigación judicial sobre el atentado del bar Hendayés, ocurrido en 1980, en el que murieron dos personas, y tras el que tres agentes de la policía española pasaron apresuradamente la frontera, en dirección a España. Ballesteros ha afirmado, sin embargo, que no ha recibido ninguna citación de la justicia francesa, y que los que huyeron a España no son los autores del atentado.

La asociación de defensa de las víctimas del atentado, que se ha presentado como parte en la causa, anunció ayer en una conferencia de Prensa celebrada en Bayona que Ballesteros ha sido citado por el conducto reglamentario internacional para testificar en la investigación judicial, según informa la agencia France Presse desde Bayona.También han sido convocados, según la misma agencia, tres policías españoles que se encontraban de servicio en el puesto fronterizo de Irún (Guipúzcoa) el día del atentado, así como un guardia civil. Los apellidos de estos miembros de las fuerzas de seguridad españolas son Martínez Javarillo, Sanz Calviño, Diez Torres y Montenegro.

La investigación judicial indaga los hechos ocurridos el 23 de noviembre de 1980, poco antes de las siete de la tarde, cuando dos hombres armados con pistolas ametralladoras irrumpieron en el bar Hendayés -de Hendaya, localidad fronteriza frente a Irún- y abrieron fuego sobre los clientes que estaban dentro. Después, huyeron en un automóvil conducido por un cómplice.

En el atentado resultaron muertos Jean Pierre Aramendi y Joseph Camio, y otras diez personas fueron heridas. Siete minutos después, tres personas, a bordo de un Renault-18, forzaron el puesto fronterizo francés y se detuvieron en el español. Allí pidieron que se llamase a un número de teléfono de Madrid, donde se certificaría que eran agentes de la policía española.

Los tres hombres, que son reclamados por la policía francesa, fueron puestos en libertad por orden de un responsable de la lucha antiterrorista en España, según declaró en su día el comisario-jefe de Guipúzcoa. Su identidad nunca ha sido revelada, y desapareció el papel donde fue escrito el número de teléfono. Según la asociación antes citada, el teléfono era el de Manuel Ballesteros, y parece establecido que los tres hombres que forzaron la frontera eran los autores del atentado.

No tuvieron relación

Sin embargo, Ballesteros dijo ayer a Europa Press que quienes cruzaron la frontera "eran informadores de la policía, pero no intervinieron en el atentado, sino que huían de un comando de ETA que les quería asesinar" y negó terminantemente que participaran en esos sucesos.Ballesteros confirmó también que el mes pasado prestó declaración en Madrid, a requerimiento de la audiencia de San Sebastián, sobre la puesta en libertad de esas dos personas. En cuanto a la citación de la justicia francesa, se preguntó "quién es esta justicia para citar a un comisario de policía de un Estado extranjero, que adopta una decisión policial en el uso de sus funciones y en su propio territorio".