José Federico de Carvajal, jurista de prestigio

José Federico de Carvajal, desde ayer presidente del Senado, milita en el PSOE desde 1953, aunque su nombre saltó a la opinión pública cuando, en mayo de 1979, tuvo que presidir la comisión gestora que se hizo cargo del gobierno del Partido Socialista tras la dimisión de Felipe González y su equipo, en el 282 congreso del partido. Jurista de prestigio y destacado abogado en ejercicio, fue secretario del Senado en la legislatura constituyente y, entre otras cosas, uno de los observadores socialistas en el juicio del 23-F.Del nuevo presidente del Senado -malagueño, nacido el 14 de marzo de 1930, casado y con tres hijos- no se conoce una adscripción explícita a ninguna de las corrientes de opinión existentes en el seno del PSOE, al menos en los últimos tiempos. Formó parte como vocal del comité ejecutivo del partido que, de nuevo encabezado por Felipe González, salió elegido en el congreso extraordinario que resolvió la crisis de los socialistas, pero hasta entonces sus simpatías parecían estar con la línea radical del partido.

De hecho, en una entrevista en la desaparecida revista Cuadernos para el diálogo, en septiembre de 11978, se, confesaba marxista y afirmaba que era socialista porque a los diecisiete años había leído a Marx y a Engels. Después, en mayo de 1979, fue elegido presidente del 28º congreso del PSOE en contra del candidato apoyado por el equipo de Felipe González, y que era precisamente el nuevo presidente del Congreso de los Diputados, Gregorio Peces-Barba.

La elección de José Federico de Carvajal fue la primera señal clara de que, el congreso se ponía muy difícil para la ejecutiva saliente, aunque Peces-Barba interpretó su derrota como un rechazo a su propia gestión personal. "Creo que se equivoca", dijo Carvajal sobre ello.

El ahora presidente del Senado condujo el tormentoso congreso socialista con imparcialidad por todos reconocida y cuando Felipe González y su equipo, al perder la votación sobre el marxismo, se negaron a presentarse a la reelección, y ante la imposibilidad de formar otra ejecutiva -porque el congreso reclamaba a voces a Felipe-, presidió la gestora que condujo al partido durante un interregno de cuatro meses.

En septiembre del mismo año, el congreso extraordinario hizo volver al poder al antiguo equipo dirigente de los socialistas. A él se incorporó José Federico de Carvajal como vocal de la ejecutiva, de la que saldría en el último congreso del PSOE. En realidad, no era la primera vez que estaba en la dirección socialista, ya que formó parte del comité nacional entre 1974 y 1976.

Cuando Carvajal presidió el 28º congreso, había dejado de ser senador, tras las elecciones de marzo de 1979. Su carrera política en la etapa democrática había comenzado al ser elegido miembro del Senado por Avila en las primeras elecciones de 1977. En esta legislatura, Carvajal fue elegido presidente de la Comisión Constítucional del Senado. Al frente de ésta dirigió los debates en los que se revisó el proyecto de Constitución elaborado por la Cámara baja.

Carvajal tiene a gala su actuación imparcial de entonces. Cuando su partido le designó candidato a presidente del Senado dijo, y ayer mismo lo recordó, que cuando presídía la Comisión Constituicional, el que entrase en ella sin saber de qué partido era el presidente, se salía también sin saberlo.

En el primer Senado democrático Carvajal adquirió también su experiencia en la Mesa de la Cámara, de la que fue secretario se,gundo.

En la legislatura que comenzó en 1979, Carvajal no fue ya senador, pues su partido no lo presentó candidato. Después, recuperó su presencia en la política con el 28º congreso del PSOE y los acontecimientos a él ligados, hasta que el 28 de octubre pasado fue elegido senador por Madrid.

De la vida política de José Federico de Carvajal antes de la etapa democrática se conocen pocos datos. En su biografía consta que ingresó en la Unión General de Trabajadores en 1950 y que fue fundador y primer presidente de la Federación de Abogados del. sindicato socialista.