Enfrentamiento entre Gobierno autónomo y médicos por el control de dos hospitales

El Colegio de Médicos de Asturias impugnó, ante la Audiencia Territorial de Oviedo, el decreto de la Consejería Regional de Sanidad del Gobierno autonómico de izquierda que anidó las juntas de gobierno de los hospitales General de Asturias y Psiquiátrico, órganos que, gracias al pacto UCD-AP en la desaparecida Diputación, dejaban de hecho en manos de los médicos el control de los centros sanitarios.

Paralelamente, Ricardo Fernández, diputado regional de UCD, acaba de presentar en la Junta General del Principado una interpelación al consejero de Sanidad, Juan Luis Rodríguez-Vigil, del PSOE, "pidiéndole cuentas por el retraso en la convocatoria de las juntas de gobierno de los centros hospitalarios", a la vez que le exige "el cumplimiento de la normativa vigente", al objeto de poner fin a "una situación de incertidumbre y confusión dentro del esquema de funcionamiento de los dos centros, con graves y notorias consecuencias de orden asistencial, económico y administrativo".Estos datos, unidos a la dimisión de su cargo del director del Hospital General de Asturias, ponen claramente de manifiesto la fuerte oposición existente al programa socialista, que el Gobierno autonómico pretende aplicar en los centros hospitalarios heredados de la desaparecida Diputación. Sergio Montes dimitió después de rechazar la petición que le hizo Rodríguez-Vigil de continuar como director en funciones hasta la provisión de la plaza, cuya convocatoria y adjudicación completará el nuevo equipo directivo de los hospitales. La entrada en vigor del polémico decreto provocó una respuesta pública de Montes, quien consideró sorprendente pasar a ocupar provisionalmente un cargo "cuando aún está vigente", argumentó, "el mandato para el que fui elegido de forma democrática".

Manuel Junceda, presidente del Colegio de Médicos de Asturias, manifestó ayer a este periódico que el decreto de la Consejería de Sanidad publicado en el Boletín el pasado 26 de agosto, "Iesiona los intereses de los profesionales médicos".

El Gobierno autonómico asturiano (integrado por socialistas y un comunista) eliminó las juntas de gobierno de los hospitales, que atribuían a los médicos una importante parcela de poder, para trasladar toda la responsabilidad de su gestión al consejero regional de Sanidad, asesorado por los consejos de cada hospital, los gerentes y los directores.

Cumplir los contratos

La nueva estructura orgánica permite al Gobierno autonómico un control total de los hospitales para aplicar su política. Las desaparecidas juntas de gobierno abrieron a los médicos la posibilidad de romper la cláusula de incompatibilidad y exclusividad, cuya recuperación es defendida por el Partido Socialista como el principal pilar de la necesaria reorganización de los hospitales. Rodríguez-Vigil aseguró ayer que no está dispuesto a tolerar que los médicos perciban un sueldo fijo en el Hospital General, cobren por los actos privados realizados en el centro público y tengan abierta fuera consulta privada. "La exigencia rigurosa del cumplimiento de los contratos", añadió, "será tan demodelora que los propios médicos que renunciaron a la exclusividad volverán a solicitarla o podrían decidir el abandono del centro".El consejero de Sanidad estima que el 90% de los médicos del Hospital General de Asturias están de acuerdo con esta nueva política y responsabiliza a un reducido grupo de intentar su boicoteo. Esta política se orienta a mantener una plantilla mínima con dedicación exclusiva bien retribuida, al cumplimiento riguroso de los horarios, a una participación más racional del hospital en los ingresos por las intervenciones privadas realizadas en el centro con instrumental público y a salir agresivamente al mercado para competir en la captación de pacientes.

La exposición de motivos del decreto de la Consejería de Sanidad, subraya que el reglamento de los servicios asistenciales de la extinguida Diputación, aprobado en noviembre de 1961, estableció un modelo organizativo hospitalario ejemplar, justamente reconocido por el resto de España, que llevó al Hospital General de Asturias a figurar con luz propia y relevante entre las instituciones sanitarias españolas y agrega que la filosofía de organización en dicho hospital ha servido de modelo para muchos centros sanitarios españoles. El reciente decreto está en buena medida inspirado en la originaria normativa de los servicios asistenciales de la Diputación, que ha sido sustituida por la mayoría UCD-AP poco antes de la desaparición en Asturias de este organismo de Gobierno provincial.

Las normas provisionales de gobierno, organización y funcionamiento de los hospitales regionales crean los consejos de hospital, que se constituyen en cada establecimiento como máximos órganos de participación, inspección y asesoramiento, cuyo fin es la de realizar estudios y formular propuestas a la Consejería.